sábado, 9 de agosto de 2014

VACACIONES EN LOS ALPES. PARAISO MOTERO.

Este año, el destino de las vacaciones lo decidimos bastante tarde, por un lado queríamos repetir la buena experiencia que tuvimos con Chema y Travelbike el año pasado uniéndonos al viaje programado a Los Alpes, pero los días libres de Ana no coincidían con las fechas del viaje.

Después de duras negociaciones con su Jefa, al final consiguió mover sus vacaciones lo suficiente para poder ir a un viaje que nos hacía mucha ilusión hacer: "LOS ALPES", pasando por Italia, Suiza, Alemania, Austria, visitando Garmisch coincidiendo con su famosa reunión internacional de BMW, subiendo a los famosos puertos Glossglockner, Stelvio, recorriendo los Dolomitas, en fin... un viaje al paraíso para los que nos gusta viajar y hacerlo subidos en nuestras motos.

PREPARATIVOS:
Las semanas anteriores a comenzar el viaje empezamos la búsqueda en los armarios.
- seleccionar ropa (camisetas antiguas que dejaremos en el camino y dejarán sitio libre en las maletas)
- cámara de fotos y tarjetas de memoria
- ir agrupando en una bolsa específica los cargadores: teléfonos, cámara, intercomunicadores, tablet, etc.
- un "ladrón" para cargar varios aparatos desde el mismo enchufe
- documentación de la moto
- tarjetas de crédito y documentación personal
- botiquín
- herramientas y repuesto de la moto.
Todo esto va quedando poco a poco en una habitación, creciendo más y más cada día que pasa.


Y gracias a Ana, llega un momento en que todos estos montones de ropa entran perfectamente en las tres maletas y el baúl de la Paneuropean. ¡¡¡INCREIBLE!!!


Las maletas estaban preparadas, la moto estaba revisada y nosotros estábamos impacientes por empezar nuestras vacaciones.

01-07-14

A las 7:00 suena el despertador para ambos pero hoy tenemos misiones distintas: mientras Ana se prepara para ir a currar, yo me pongo el traje de cordura para ir de avanzadilla hasta Barcelona donde la esperaré esta misma tarde cuando llegue en el AVE después de cumplir su jornada laboral.

No puedo resistir la sonrisa que se me dibuja en la cara cuando veo el monumental atasco de coches que entran a la ciudad para ir al trabajo mientras yo me despido de la rutina hasta la vuelta a casa.

Poco que contar en este trámite aburrido hasta llegar a Barcelona, llené el depósito nada más pasar Guadalajara y volví a parar poco antes de llegar para dejar el depósito lleno para mañana, casi todo el viaje de un tirón y sin síntomas de cansancio, la Pan es una devora millas infatigable.

Cuando Ana está saliendo del trabajo yo estoy dejando las maletas en la habitación del hotel. Durante su viaje relámpago de 3 horas le dio tiempo a ver una película, escuchar música y mandarme muchos whatsapps contándome cómo lo estaba pasando.

A la hora prevista estoy en la estación de Sants, veo muchos Mossos por los alrededores, luego me enteré que había huelga de taxistas.


Con la puntualidad que es de esperar en el AVE llega Ana con el casco debajo del brazo


El plan nos ha salido "de lujo", tenemos tiempo para pasar la tarde por Barcelona, cenar cerca del hotel y descansar para lo que nos espera en los próximos días.


02-07-14

Hemos dormido a pierna suelta en las enormes camas del hotel, no ha dado tiempo al despertador a sonar porque tenemos ganas de empezar el primer día de viaje, bajamos a desayunar y preparamos un poco las maletas.

A las 10:30 hemos quedado con Chema y Luis en la puerta del hotel para conocer al resto del grupo con los que compartiremos viaje.


Muchos saludos y presentaciones, con lo malo que soy yo para quedarme con los nombres, al poco tiempo estaba preguntando a Ana el nombre de alguno de ellos.

En fila ordenada nos acercamos al puerto y entramos en la terminal de embarque.


La espera antes de embarcar es muy animada, muchas motos cargadas hasta arriba preparadas para viajar


No hay duda que ganan por mayoría aplastante el número de BMW´s, casi todas GS, como la nuestra no hay ninguna así que damos un toque de exclusividad a este grupo germano.


Chema y Luis se encargan de repartir los tickets de embarque para nosotros y para la moto.


Dan la orden de entrar en el Ferry y todos nos ponemos en marcha hacia la panza del barco que nos espera con las compuertas abiertas.



Siguiendo las instrucciones de los operarios del Ferry vamos subiendo poco a poco.


Dejamos las motos bien juntitas para que "los hombres de naranja" vayan amarrando todas al suelo


Aquí se quedará todo el día junto a sus amigas bien sujeta para que no se maree


Con las maletas en la mano subimos a ver los camarotes exteriores que tenemos este año, nada más entrar ya comprobamos que el salto en calidad es apreciable comparado con los camarotes interiores del año pasado.


Nos cambiamos de ropa y nos ponemos algo más cómodo para ver zarpar el ferry y despedirnos de Barcelona.


Salimos puntuales a las 13:00 y hasta la hora de comer nos ponemos a tomar el sol en cubierta, ¡¡esto es vida!!

La comida la teníamos resuelta con lo que ayer pudimos comprar en la ciudad, en la bebida nos soplaron 6€ por dos latas de coca-cola, por lo menos estaban frías.


Por la tarde hubo una reunión del grupo en la que Chema y Luis nos contaron los detalles del viaje y pudimos consultar dudas.

A última hora pudimos disfrutar del atardecer en este día completo de "Vacaciones en el Mar".


Cenamos pronto y el ligero movimiento del barco nos meció como en una cuna a la hora de dormir.

03-07-14

A las 7 de la mañana nos despierta la megafonía del barco con el anuncio en varios idiomas de que preparemos los equipajes para dejar libres los camarotes antes de llegar a Génova.
Nos lo tomamos con calma y nos quedamos un rato mas metidos en la cama porque el año pasado el mismo aviso lo dieron con 2 horas de antelación, pero al abrir la cortina y ver la costa delante de la ventana comprendimos que estábamos bastante cerca del puerto.

Un poco apurados recogemos todo y salimos a la cafetería para reunirnos con los demás, aún tenemos tiempo de ver desde cubierta la entrada al puerto de Génova con un día azul perfecto para montar en moto.



Con las motos en marcha y las maletas a buen recaudo en la furgoneta de apoyo que lleva Luis, pasamos un pequeño control de los Carabinieri antes de meternos en faena.


Salimos de Génova por el peaje dirección Milano, trazando en formación las curvas que poco a poco van ganando altura y nos alejan de la ciudad. El ritmo lo marca Chema y nadie pierde el paso.

Hacemos una parada para desayunar e intercambiar las primeras impresiones en suelo italiano.


Otra de las paradas obligadas es para llenar los depósitos y asustarnos de los precios que hay por aquí.


Con apenas 300km recorridos desde el puerto ya estamos metidos de lleno en el fantástico territorio de los Alpes.


Y seguimos nuestra marcha sin prisa pero sin pausa con unas vistas preciosas.


Pronto las montañas nos acogen entre sus laderas y disfrutamos de su compañía.


Salimos de Italia tras pasar Domodossola



Y entramos en Suiza


Lo mejor de todo es que el cambio de país no afecta a las maravillosas vistas del entorno.



El único "pero" tendríamos que ponerlo en que se preocupan mucho de tener las carreteras en buenas condiciones y eso provoca alguna que otra parada del grupo en zona de obras.


Comenzamos a subir la lista interminable de puertos que haremos en este viaje, en primer lugar vamos a por el Simplon-pass.
Perfecta carretera de curvas a más de 2.000m a una temperatura en la que se agradece llevar el traje de cordura puesto.


Hacemos una parada en la cima para hacer fotos y comprar algún que otro recuerdo. Con el día tan agradable que hace la terraza del puerto está llena de gente.



Hay muy buen rollo en el grupo, lo estábamos pasando en grande y solo es el primer día de viaje.


Volvemos a las motos y hacemos la bajada del puerto hacia Brig rodeados de estas panorámicas.



Llegamos hasta el fondo del valle donde está situada la ciudad de Brig.


Cuando terminamos la bajada, giramos en dirección al Furka-pass, desde lejos ya podemos ver dibujada en la montaña la subida en zig-zag hasta este puerto.


A nuestras espaldas la carretera serpenteante que nos llama desde las alturas.


No podemos esperar mucho mas y comenzamos a trazar curvas en herradura sin descanso, hay también muchos turistas y muchos moteros por el puerto así que, mantenemos la prudencia a la hora de enlazar curvas hasta la cima.


Y desde aquí arriba esto es lo que podemos admirar, la carretera de la izquierda es por donde hemos subido, a la derecha tenemos la subida al Grimsel-pass y por el centro bajan las aguas del glaciar desde el que nace el río Ródano.



La sonrisa no se nos quita de la cara en ningún momento y no es para menos.


No estamos solos en esta cima del Furka-pass, las marmotas están en su casa.


Las terrazas y los chiringuitos no faltan y aprovechamos para tomar el aperitivo de medio día.


La foto en lo alto del puerto tampoco falta.


Foto de familia.


Ana y yo comentamos por los intercomunicadores que cualquier sitio donde miremos es bonito y merece una parada para saborearlo.


El rodar en grupo por estos lugares es otro aliciente del viaje.





Nos encantó la gran cantidad de lugares donde los motoristas somos bien recibidos, al pie de la carretera es fácil encontrar carteles informando de alojamientos-bares-talleres-etc. de este estilo.



Dejamos Andermatt y vamos a coronar otro puerto, el Oberalppass.



Como todos los puertos por donde hemos pasado, este también tiene muchísimas motos subiendo y bajando por sus carretera y todo el mundo saluda al cruzarse, vaya ambientazo motero!!!.


Es el último puerto por hoy pero todavía nos queda mucho por ver y por disfrutar, tanto en lo referente a las carreteras....


...como en el apartado de regalos para la vista.



Antes de llegar a Chur, ciudad donde terminaremos la ruta de hoy, hacemos una parada para reponer líquidos la moto y yo, ¡¡puedo hacer ambas cosas a la vez!!,  mientras Ana nos pilla in fraganti.


A las 18:30 estamos en el hotel City West de Chur, dejamos las motos en el garaje para que descansen y nosotros nos subimos a las modernas habitaciones de este hotel para darnos la merecida ducha que nos deja nuevos y preparados para dar un paseo por la ciudad.




El día termina en la terraza de esta pizzería con una buena cena, impacientes por lo que nos espera mañana.


04-07-14.

Después de un buen desayuno en el buffet del hotel estamos todos preparados a la 9:00 para empezar la jornada.
Las maletas cargadas en la furgoneta de apoyo que lleva Luis y nosotros ligeros como si saliéramos un domingo a hacer curvas por la sierra.


Nos despedimos de Chur con el cielo un poco gris y nos dirigimos al este en dirección a Davos, por carreteras que nos tienen enamorados.



En Davos tomamos un giro a la izquierda para empezar a subir otro puerto muy conocido, a medida que tomamos altura la temperatura baja considerablemente y podemos ver restos de nieve junto al arcén.

Estamos en la cima del Flüelapass a 2.383m.



Nos hinchamos a hacer fotos y también cae algún recuerdo en las tiendas que nunca faltan en los puertos.


Este solo ha sido el comienzo del día asi que volvemos a las motos para bajar este puerto y entrar en Austria



Hacemos un alto en el camino en uno de los muchos lugares "amigos de los motoristas" que se anuncian en la carretera para tomar algo.




Pasamos un rato muy entretenido porque la carretera es una auténtica romería de motos yendo y viniendo, disfrutando del viaje como nosotros.

En un área de servicio en Landeck nos sorprendió el sistema de tornos por el que había que pasar, previo pago de 50 céntimos, para entrar en los baños. Aquí no se escapa nadie de pasar por caja.


Paramos a comer en Fernsteinsee junto a su castillo.


Para comer nos pedimos unas típicas salchichas Bratwurst de la zona que nos supieron buenísimas.


Con el estómago lleno entramos en Alemanía y por la cantidad de motos con las que nos cruzamos y que nos adelantan estamos muy cerca de Garmisch, ciudad donde este fin de semana se celebra la reunión internacional BMW Motorrad Days.

Sobre las 15:00 llegamos al hotel Mercure Garmisch con 30ºC en el termómetro de la moto. Aunque el hotel tiene piscina interior preferimos darnos una ducha rápida y poder aprovechar la tarde dando una vuelta por la Concentración de motos.


Tenemos que reconocer que estos alemanes lo tienen muy bien montado: la ciudad la recorren varias lineas de autobuses gratuitos para recoger a la gente y llevarla hasta las puertas de la Concentración. Los horarios de parada están indicados y se cumplen exactamente.
Una de esas paradas está al lado del hotel asi que no cogemos las motos en previsión de que podamos beber un poco en caso de que nos entre mucha sed.
Otra cosa que me sorprendió es que para entrar no hay que pagar absolutamente nada y puedes recorrer todo el recinto sin problemas.


La cantidad de motos en el parking exterior ya era muestra del éxito de la reunión.


Además de todos los que nos alojamos en hotel hay mucha gente que prefiere el camping, todavía quedan valientes en este mundo.



Nos dimos un buen paseo por las carpas y tiendas, curioseando y viendo cosas como estas:






El que es un sibarita para los vinos sabrá apreciar este accesorio original.




Estas no eran BMW´s pero dieron mucho que hablar.


El que no se "corta un pelo" en esta fiesta es porque no quiere.


Incluso Ana se probó la que puede ser sustituta de su Bandit



Estrechamos lazos con los nativos/as.



Incluso se pueden probar todos los modelos de la marca.



Y nos integramos en las costumbres de la zona, siguiendo el dicho: "donde fueres haz lo que vieres".


Mientras los lugareños no hacen caso de las motos ni del ambiente en las carpas, solo se interesan por su selección de futbol que juega en el Mundial de Brasil, nuestra selección nos ahorró sufrimientos este año y se fue a casa a tiempo de pasar unos días en la playa con sus familias.


También pudimos ver una muestra del aislamiento que sufren otras marcas de motos en esta reunión jajaja


Cenamos en un restaurante típico de la zona con su fachada pintada al estilo bávaro.


Y para seguir probando los platos típicos nos pedimos un codillo gigante acompañado de la necesaria cerveza Paulaner alemana.


Para terminar no faltó un licor digestivo presentado en un curioso invento que ahorra paseos a la camarera


Y así de bien terminó este día, nos fuimos a dormir con "un puntito" muy divertido que nos ayudó a coger el sueño.


05-07-14 

Bonita fecha, sobre todo porque hoy cae un año más en mi cuenta y lo voy a celebrar de la mejor manera que podría hacerlo: montando en moto por lugares de ensueño.

Hemos desayunado como auténticos alemanes en el buffett, no me explico como en casa puedo desayunar tan poco comparándolo con esto.

A las 10:00 tenemos las motos preparadas para salir de ruta, hoy toca ver castillos. Luis será nuestro guía dejando la furgoneta aparcada puesto que hoy no cambiamos de hotel.


A pocos kilómetros de Garmisch entramos a ver el Castillo de Linderhof, pequeño en dimensiones pero con grandes jardines y de gran belleza.



Fue construido por Luis II de Baviera dentro de un coto de caza que utilizaba.









Cuando terminamos la visita empieza a llover tímidamente, nosotros por el momento aguantamos sin ponernos el chubasquero esperando que no siga cayendo agua, aunque el cielo anuncie lo contrario.

Bordeamos un pequeño lago, todo calma y tranquilidad.



Retomamos la carretera que bordea el lago y seguimos indicaciones hacia el Castillo de Neuschwanstein, o también conocido como Castillo del Rey Loco, o también conocido por el castillo en el que se inspiró Walt Disney para pintar su castillo.


Entramos en el parking exclusivo de motos y a pesar de las nubes podemos ver en lo alto el famoso Castillo mandado construir por Luis II fruto de su imaginación y capricho.


Cogemos un autobús que por 5,20€ hace el viaje de ida y vuelta casi hasta la base del castillo por una carretera estrecha y empinada.
Hay una opción gratuita que es subir andando (ni nos la planteamos) y otra opción más cara que es subir en un carro tirado por caballos (tampoco nos la planteamos).


Desde el lugar donde nos deja el autobús vamos directos al Mirador de María y las vistas del castillo son preciosas.




El ambiente medieval se extiende por el entorno y nos encontramos incluso con un juglar


El interior se puede visitar pero todas las críticas que leí decían que no merecía la pena ver el interior y que lo bonito está fuera.


Si miramos hacia abajo podemos ver el valle y el Castillo de Hohenschwaun residencia del padre de Luis II



Coincidiendo con que estaba cayendo el diluvio universal sobre nuestras cabezas, nos metimos en un restaurante a zamparnos otra Bratwurst alemana. El dueño, que le salían músculos hasta por las orejas, igual hablaba en aleman, italiano, castellano, chino....lo que se dice un auténtico políglota obligado por el turismo.


Cuando terminamos de comer ya había parado de llover y aprovechamos para pasear por las muchas tiendas que hay y comprar regalos y recuerdos.


De vuelta a Garmisch le dejé la responsabilidad al GPS, pero tampoco había mucho margen de error ya que la marea continua de motos que van por la carretera se dirigen al mismo sitio que nosotros.

Con ropa más cómoda volvemos al recinto de la Concentración y terminamos de ver lo que nos faltó por ver ayer.









Nos encontramos con Alicia Sornosa, la primera española en dar la vuelta al mundo en su propia moto


La carpa donde se reune la gente para los conciertos y para cenar estaba bastante concurrida.



Con el resto del grupo nos hicimos poco a poco sitio para cenar y disfrutar de la fiesta.


La que realmente causaba expectación era esta camarera con un arte especial llevando jarras de cerveza de litro.



LLegamos a verla cargar con 12 jarras entre sus manos y lo que no eran manos, asi que todos quisimos hacernos una foto de recuerdo.


Un par de jarras de este calibre se vinieron con nosotros de recuerdo a casa.


Para animar aun más la fiesta hay grupos tocando en directo y la gente canta sus canciones a grito pelao.


Nosotros no teníamos ni idea de la letra y bailábamos junto al resto de ellos como si hubiéramos nacido aquí.
Volvimos algo tarde al hotel, esta vez en taxi pues los autobuses ya no funcionaban. Las jarras de Paulaner, o mejor dicho, lo que contenían las jarras, hicieron que cogiéramos pronto el sueño.

Uno de los mejores cumpleaños que he tenido.

06-07-14

Esta mañana, mientras paseábamos por el mostrador del buffett en el desayuno, un camarero que nos escuchó hablar se acercó a nosotros y nos dijo que el era de Guadalajara y llevaba un mes trabajando allí. Nos contó que se le hacía muy duro todo aquello, sobre todo por el idioma, pero que no le había quedado más remedio que irse hasta allí para buscar trabajo.

Después de que alguno de nuestros amigos diera de desayunar a su BMW un buen trago de aceite para rellenar lo consumido hasta el momento, arrancamos a las 10:00 para hacer un breve recorrido por Garmisch hasta llegar al pie del famoso trampolín que se utiliza a primeros de año en los Saltos de esquí.


Impresiona ver la altura desde la que se lanzan los esquiadores y mantienen el vuelo hasta aterrizar.


Como se puede ver en las fotos, estamos teniendo una suerte increíble con el tiempo que nos está haciendo y eso influye en que sea una verdadera gozada rutear por estas carreteras espectaculares.



Nos dirigimos hacia Innsbruck (Austria), capital del Tirol, la mayor parte del camino recorre el valle que forma el río Inn encajonado entre montañas como estas.


Nos encontramos unos franceses con nuestra misma moto a la que han añadido un suplemento para llevar la jaula del canario, la sombrilla, las sillas de playa, el retrato de la suegra, etc,etc,etc.


Si le ponemos un remolque como este a nuestra Pan, Ana es capaz de meter la casa entera en cada viaje.


Llegamos a Innsbruck y hacemos una parada para conocer un poco la ciudad dando un paseo y comprar algún recuerdo.


Las calles peatonales están muy animadas, todas la tiendas están abiertas y el día anima a tomar el sol


En el casco antiguo encontramos el edificio del "tejadillo de Oro"



Pasamos junto a La Torre de la Ciudad, desde ella, el primer vigilante nombrado por la ciudad en 1529 se encargaba de anunciar las horas y alertar de incendios y otras amenazas que pudieran llegar.


Maria-Theresien Strasse, un paseo lleno de palacios construidos por los nobles de la ciudad, en el centro del paseo se alza la Columna de Santa Ana.


El calor ya es notable y volvemos a las motos para seguir nuestra ruta y refrescarnos un poco.


Esta nueva parada es en la sede central de la compañía Swarovski (los famosos cristales tallados).




Las montañas y los puertos nos esperan asi que nos marchamos en su busca.


Los pájaros de la zona deben ser muy valientes o el dueño de la finca muy exagerado.


Este grupo de vacas cruzaban la carretera "como Pedro por su casa" y nos hicieron parar para ver su desfile cansino pero elegante.



Otra de las curiosidades que podemos ver al borde de la carretera es este tipo de carteles avisándonos de mantener la prudencia y no retorcer el acelerador demasiado por estas carreteras alpinas. (traducción libre)




Porque si nos encendemos y solo vamos a darle al mango y frenar a saco en cada curva nos podemos perder paisajes de postal como este.



Nos paramos en el arcén de la carretera, apagamos el motor de la moto, nos quitamos los cascos y nos quedamos 10 minutos mirando este espectacular paisaje.


Continuamos nuestro camino para entrar en el Parque Nacional de Gerlos, tenemos que pagar un peaje de 5,50€ para seguir por esta carretera "Gerlos AlpenstraBe", a cambio nos dan una pegatina que acompañará a las otras en la maleta de la Paneuropean.

Nos esperan las vistas de la catarata más alta de Europa, una maravilla natural de 380m de alto





Posando como un equipo de fútbol de primera división.


Desde este mirador nos queda una empinada bajada con buenas curvas de asfalto perfecto que invitaban a dar otra pasada, pero es hora de comer y el estómago no espera asi que paramos en este restaurante motero al pie de la catarata.


Pasamos un buen rato en la terraza, nos pedimos estas ensaladas de pollo y un Strudel de manzana (pastel de manzana) riquísimo.



Lo que no nos sentó tan bien fue levantarnos de las sillas y volver a las motos, una siesta hubiera sido lo suyo en ese momento.

Al menos el paisaje sigue siendo un impulso para continuar regalándonos la vista.


 Finalizamos la jornada en Bruck, un pequeño pueblo cerca de Zell am See. Son las 17:00 y llegamos sudando como pollos porque el calor es agobiante.
El hotel Lukashansl es nuestro oasis, dejamos las motos en el parking y vamos de cabeza a la ducha.


En el paseo que damos antes de cenar nos dimos cuenta que frente a la fachada del hotel está el km.0 de la carretera que sube al famoso Grossglockner.




El pueblo es pequeño y se recorre en poco tiempo, ideal para descansar y pasar una tarde tranquila.





Todo el grupo cenamos en la terraza que tiene el hotel junto al río, durante la cena no dejamos de hablar sobre viajes y aventuras que nos habían sucedido a cada uno de nosotros, sin darnos cuenta se nos hizo de noche.

Cuando subimos a la habitación nos queda la tarea de cargar todos los trastos eléctricos que llevamos: móviles, intercomunicadores, cámara de fotos, tablet, en una palabra: un lío de cables en el que cualquier día nos quedamos enredados o morimos electrocutados.


07-07-14

Cuando levantamos la persiana de la habitación nos encontramos con un día fantástico.
Hoy es un día señalado porque vamos a subir por la carretera que llega al Grossglockner, la montaña más alta de los Alpes con 3.798 m.


Hemos quedado en salir a la 9.00 pero algunos estábamos a  las 8 en el hall del hotel, viendo el primer encierro de los San fermines con el portatil de Behnam.


Con un buen desayuno en el cuerpo, puntuales nos ponemos en marcha,


La carretera que tenemos que seguir entra en el parque Nacional de Hohe Tauern lo que significa que es de peaje y para continuar hay que pasar por caja.


El precio para las motos es de 24€ pero Chema nos consigue un precio de 21€ por ir en grupo.


Nos dan una ficha para pasar la barrera y una pegatina de recuerdo que se unirá a las que ya tenemos en este viaje.



Empieza lo bueno, una carretera llena de curvas, asfalto perfecto, vistas estupendas, no se puede pedir más. Es la mejor carretera de montaña por la que hemos rodado Ana y yo hasta ahora.


No hay problema en hacer paradas para contemplar el paisaje, hay muchos miradores a cual más bonito.



La cantidad de motos que circulan por esta carretera es tremendo, un ambientazo motero del copón!!!




Todo el mundo es muy respetuoso con las normas de tráfico y no vimos a nadie ir "pasado", ni rozando rodilla o adelantando en sitios sin visibilidad. Además, aquí todos saludan.



En este punto estamos ya a 2.407m de altura





Y aun tenemos toda esta mole de piedra por encima de nosotros.


Subimos este tramo de carretera adoquinada para llegar hasta el punto de reunión de motos.


Se trata de un mirador pequeño al que no le falta su bar-restaurante y tienda de souvenirs.



Las nubes nos cubren por momentos asi que hay que darse prisa para que se nos vea en la foto.


Entre nube y nube podemos ver estas vistas si miramos hacia abajo.



Continuamos recorriendo los 48 km que tiene esta carretera alpina con un gran problema al que no encontramos respuesta: no sabemos si mirar el paisaje o disfrutar de las curvas.



Las paradas se suceden y no es para menos puesto que a cada paso hay algo que llama nuestra atención.


Aquí hay mas de tres metros de nieve junto a la carretera.


No sabemos lo que nos encontraremos después del tunel


Mas panorámicas de postal que nos obligan a volver a parar y hacer funcionar una y otra vez la cámara de fotos.


Haciendo tantas paradas se hacen "piernas" al subir y bajar de la moto, y si no que se lo pregunten a Ana.



La moto no termina de calentarse cuando ya estamos parando otra vez por algo que no queremos perdernos



La carretera tiene un desvío que nos conduce al glaciar.


La explanada donde acaba la carretera esta llena de motos de todas las nacionalidades y las vistas desde aquí son increibles.




Con la lengua del glaciar al fondo



Tenemos la gran suerte de que el tiempo nos haya dejado disfrutar de estos fantásticos paisajes.


Salimos del Parque Nacional y entramos en Italia, tierra de los Dolomitas.



No nos había entrado hambre pero es hora de hacer una parada para reponer fuerzas, lo hacemos en un restaurante junto al lago Dobbiaco.



De postre no nos pudimos resistir a pedirnos otro rico Strudel.


Un paseo junto al lago para bajar la comida.




Y un momento de reposo para hacer también el vago.


Antes de llegar al final de la etapa de hoy hacemos un alto en el Lago de Misurina




Y finalmente llegamos a Cortina D´Ampezzo donde tenemos el hotel Menardi como alojamiento.


Después de la necesaria ducha, bajamos dando un paseo por la ciudad y entramos a cenar en una pizzeria para probar las especialidades italianas.



Cuando terminó la cena estaba "cayendo la del pulpo" desde los cielos, menos mal que Ana se trajo el paraguas y volvimos al hotel secos y con el estómago lleno.


08-07-14

Desde primera hora supimos que hoy nos íbamos a mojar: el cielo gris, el suelo mojado, chispeaba a primera hora antes de bajar a desayunar, y sobre todo, porque en las noticias del tiempo de la RAI pintaban muchas nubes con agua en esta zona.

Tenemos los chubasqueros a mano en el baúl, ropa de abrigo por si baja mucho la temperatura y ganas de pasarlo bien subiendo puertos en estos Dolomitas, creo que no nos dejamos nada.


Empezamos subiendo el Passo Falzarego, con suelo mojado pero no está lloviendo por el momento.


La tónica habitual es pasar por la tienda de recuerdos y conseguir la pegatina del puerto para la colección..


Junto a la cima hay un monumento en memoria de Fausto Coppi, famoso ciclista italiano.


Seguimos haciendo "Tornantis" para subir a otro "Passo", como podéis ver el italiano es muy pegadizo.

Estamos en el Passo Pordoi, una carretera que sube en zig-zag pero que la niebla y la fina lluvia no nos dejan disfrutar como se merece.


Entramos en una cafetería a tomar un capuccino y cuando salimos el cielo se había despejado un poco.



La BMW K1600 de Jesús es la única que no había pasado frío porque no le saltaba el electroventilador y se había puesto muy calentorra.
Para evitar males mayores, buscó en el GPS un servicio oficial cercano donde le pudieran arreglar el problema y nos abandonó hasta la tarde.

La lluvia ya es continua y abundante por lo que aprovechamos la parada en una gasolinera para enfundarnos los trajes de agua extrema, la carrera se declara oficialmente en mojado.


Seguimos con nuestro paso por varios puertos como el San Pellegrino o la Marmolada que la encontramos ocupada achicando agua.


Nos llevamos algún que otro susto bajando porque en muchas curvas cruzan verdaderos ríos coincidiendo con que el neumático está apoyado en uno de sus flancos.


Es tal la cantidad de agua que cae, que preferimos no parar mucho y no sacar la cámara de fotos por riesgo a que se ahogue.

En Vigo de Fassa giramos hacia el Passo di Costalunga en cuya cima hacemos una parada para comer algo y quitarnos el frío. Ana en este momento es "una contractura total con casco homologado".


Un buen "plato di pasta italiana" nos devuelve al mundo de los vivos.

 

Confiábamos en que dejara de llover mientras estábamos comiendo pero nuestro gozo en un pozo de agua y nunca mejor dicho, tenemos que ponernos los plásticos antes de subir a las motos.

Bajamos hasta Bolzano en busca de Jesús ya que su 1600 está lista para salir de la sala de urgencias del taller.

Mientras esperamos a que salga, algunos compran un regalo para sus motos en forma de bote de aceite para seguir reponiendo lo que gastan.


Con todo el grupo junto hacemos un corto tramo de autovía para llegar a Merano donde nos espera la habitación del hotel Alla Torre para quitarnos definitivamente el chubasquero de encima.


Montamos en la habitación un improvisado tenderete con la ropa de moto para que se le vaya secando la humedad. Parecen jamones de bellota curándose al aire pero nada mas lejos de la realidad.


No hay nada que una ducha caliente no remedie y ya estamos listos para continuar pasándolo bien.  Por la noche bajamos hasta la zona comercial de Merano a cenar con el resto del grupo.


Antes de irnos a dormir pudimos ver la goleada que le metió Alemania a Brasil en la final del Mundial 7-1.

Mañana tenemos una cita con otro de los Grandes Puertos de los Alpes: el Stelvio nos reta a que lleguemos a su cima con este tiempo.
La apuesta está sobre la mesa, ahora hay que ganarla y no es fácil.


09-07-14.

Este día que comienza lo tenemos señalado en el calendario como "día D". Vamos a volver a subir el Stelvio, después de que lo hiciéramos hace 10 años con nuestra querida R1150RT en su primer viaje.

Levantamos las persianas con miedo por lo que podamos ver fuera y........está nublado pero no llueve, buena señal para empezar el día.

Con un buen desayuno que nos da fuerzas empezamos la ruta saliendo de Merano y siguiendo los carteles que ya indican la dirección hacia el puerto.


Hacemos una parada técnica para tensar la cadena de la moto de Jose,


Seguimos la marcha mirando al cielo, parece que la lluvia nos va a respetar pero el frío va subiendo a medida que nos acercamos a la cadena montañosa que tenemos frente a nosotros.


Antes de llegar a Trafoi paramos para abrigarnos pues el termómetro está ya en 9ºC y no hemos empezado la subida. Las cumbres se ven con nieve recién caída la noche pasada.


Empezamos con los 48 tornantis del Stelvio, cada uno de ellos numerados con un cartel que nos indica por cual vamos.




El suelo está mojado y cae una fina lluvia, hay que abrirse todo lo posible antes de cada curva para superar la fuerte pendiente y el peralte de alguno de los "tornantis", no puedo tomar las curvas en 2ª, el estado del suelo, los dos en la moto y  la pared que hay que superar en cada curva lo desaconsejan asi que todas las curvas las tomo en 1ª y con suavidad vamos para arriba.




Paramos en un bar que hay a mitad del puerto para tomar un café, desde aquí se puede apreciar el trazado de la carretera que sube en zig-zag




Sigue bajando la temperatura, vamos por los 6ºC y lo que ahora es agua de lluvia cuando subamos un poco más posiblemente sea otra cosa más sólida.

No nos entretenemos mucho con el café, por ahora las nubes nos dejan ver un poco de paisaje pero todo puede cambiar rapidamente y quedarnos sin poder disfrutar de las panorámicas desde lo alto asi que volvemos a la moto y seguimos con los tornantis


Como preveíamos, la lluvia se ha convertido en nieve y nos está cayendo una nevada en pleno mes de Julio, el termómetro de la moto dice que hemos pasado al invierno, con 1ºC.



Las inclemencias no nos asustan, estamos casi en la cima, la nevada le pone un "punto épico" a la llegada a lo más alto del puerto.


Al final lo conseguimos!!! como diría Jesus Calleja en uno de sus Desafios Extremos.


Diez años después y con distinta moto volvemos a pasar por este mítico puerto motero internacional


Nuestros amigos vienen de camino entre la nevada


Nosotros aprovechamos para inmortalizar el momento



Hace un frío bastante serio y no para de nevar, aun así hay más moteros que llegan, ciclistas, senderistas, tiendas abiertas, etc.


Nosotros pasamos por las tiendas y buscamos la pegatina que se unirá a los recuerdos de esta segunda visita al Stelvio.



Y dicen que "no hay dos sin tres" por lo que no descartamos una tercera visita en el futuro.

Nos despedimos de "el Puerto" y comenzamos la bajada, mucho más fácil que la otra vertiente por donde hemos subido, además ya no nieva ni llueve, el trazado no deja de ser muy entretenido.



No faltan las cascadas de agua y varios pasos por túneles escavados en el piedra.




Al menos el tiempo nos está dando una tregua, no es del todo bueno pero nos deja ver el paisaje.



Entramos en Livigno, que no es un estado independiente pero está considerado "zona franca" por lo que allí no se aplican ciertos impuestos italianos, parecido a Andorra pero dentro de Italia.


Subimos el Passo di Foscagno y nos acompaña otra vez la lluvia.


Ana siempre con buena cara y disfrutando como el que más del viaje.



Llegamos a Livigno, una ciudad donde no hay pisos altos, rodeada de montañas y donde el color verde lo cubre todo.


Un lugar donde disfrutar de sus paisajes y de los deportes relacionados con la naturaleza.




Antes de marcharnos aprovechamos a llenar hasta arriba los depósitos de nuestras motos a 1,16€ el litro.



Salimos de Italia para entrar en territorio Suizo por el Passo Bernina, vamos camino de la ciudad de St. Moritz con su gran lago dándonos la bienvenida.


Es hora de comer por lo que paramos en un restaurante muy moderno junto al lago.



Si es verdad que "de lo que se come se cría".....uffffff.


Al salir del restaurante nos volvemos a enfundar los chubasqueros porque el cielo no presagia nada bueno.
En este caso se cumplió la Ley de Murphy y no cayó ni una gota el resto del camino asi que al rato los chubasqueros volvieron al baúl.

Salimos de Suiza por el Puerto de Maloja, de este momento no hay fotos puesto que nos salió la vena racing a todos provocados por el trazado de este puerto, nos encantó.

Para recuperar la calma hicimos otra parada junto a esta cascada al borde de la carretera. Escuchar el agua caer relaja bastante.


Seguimos siempre en dirección sur hasta llegar al Lago di Como que bordeamos, terminamos la etapa de hoy en el hotel NH Portovecchio en la ciudad de Lecco.

Al caer la tarde, damos un paseo por la ciudad






Para cenar nos sentamos todos en una terraza


Esta vez no fue salchicha sino un buen carppaccio



10-07-14.

Lamentablemente hoy es nuestro último día en este maravilloso viaje de vacaciones por los Alpes y a las 9 de la mañana estamos casi preparados en la puerta del hotel a falta del último apriete para tensar la cadena de la moto de José.



Salimos en dirección a Milán y en la circunvalación de esta ciudad Pep se despista y no coge la salida indicada.
Paramos en una gasolinera para repostar, volver a tensar la cadena de la Transalp y Pep manda un mensaje a Chema diciéndole que conoce bien el camino hasta Génova y que nos vemos en la terminal del puerto.


Ahora nos toca gastar la parte central de las ruedas e igualarlas con el desgaste que llevan los laterales. Intentamos seguir el ritmo de este Ferrari pero en cuanto tuvo el camino despejado se perdió en el horizonte.


Llegamos a Génova sin mayor problema y ahora nos toca esperar para embarcar en el Ferry


También apareció Pep contándonos la ruta alternativa que había hecho hasta llegar allí.


Cada uno se apaña para pasar lo mejor posible el aburrimiento.



En este viaje ya notamos que el barco va a estar más concurrido que en el viaje de ida.




Por fin nos permiten subir y comprobamos que la bodega de carga está llena de coches, carabanas, furgonetas, etc, nos mandan al fondo de la bodega.


Al filipino que le toca amarrar mi moto le tengo que decir que no pase la cincha de tensado por donde quería hacerlo porque terminaría arañando el carenado.

En el camarote nos ponemos cómodos y nos despedimos de Génova hasta la próxima vez.




El atardecer es espectacular.


La noche es movidita, a las 2:30 el barco se movía bastante, el mar estaba picado, yo no tuve problema en coger el sueño pero Ana se tomó unas biodraminas para pasar el mareo.


11-07-14

Pese al movimiento del barco esta noche hemos descansado bien, cuando la megafonía nos "invitó" a dejar los camarotes libres salimos a cubierta para ver la costa catalana, ya con Barcelona al fondo.


Llegamos con un poco de retraso pero no nos importa, no tenemos prisa de que esto se acabe. Bajamos a comprobar que la Paneuro ha pasado buena noche y ha aguantado las sacudidas del barco, por suerte todo está en su sitio y nos preparamos para salir.



Al bajar del Ferry hacemos una foto todos juntos y nos despedimos de este fantástico grupo con el que hemos compartido un viaje inmejorable.



Gracias a Chema (GS1200), Luis (Furgo), Pep (Vfr), Jesús (1600), Pedro (RT), Juanmi (RS), Jose (Transalp), Behnam (NC750), Jaime (Crosstourer), Jaime (1600), Alejandro (1200) y Félix (1600).

Al salir de Barcelona paramos para desayunar y dejamos la moto cerca de un patrulla de los Mossos para que esté bien vigilada.


Nos quedan muchos kilómetros por delante de charla, recordando los buenos momentos que hemos pasado.
También nos esperaba un largo tramo hasta pasar Calatayud en el que tuvimos que luchar contra el Cierzo que soplaba bastante fuerte y siempre de costado.

A última hora de la tarde llegamos a casa, guardamos la moto en el garaje, tenemos que decir que se ha portado como lo que es: una campeona, ni un fallo en los 3.250 km que hemos recorrido, el aceite ha vuelto en el mismo nivel en que empezó, ha consumido 5,8 lts/100km que no está nada mal para ir dos sobre ella y por el tipo de carreteras por las que hemos pasado.

A nosotros nos quedaba la tarea de cambiar unas maletas por otras, la moto por el coche y el traje de cordura por el bañador ya que la playa nos esperaba al día siguiente, lo que podíamos llamar unos días de descanso antes de volver al trabajo.

Para terminar quería agradecer a Chema y Luis (Travelbike) por ofrecernos este pedazo viaje que hemos disfrutado tanto, al resto del grupo por vuestra compañía y amistad, y sobre todo a Ana, mi fiel escudera, porque no se quejó en ningun momento de nada y disfrutó tanto como yo en este viaje a pesar de que hubo momentos en que las inclemencias del tiempo o los kilómetros recorridos se hicieron difíciles, es todo una motera tanto cuando conduce su moto, como cuando le toca ir en el asiento de atrás.

Pues hasta aquí nuestro viaje de vacaciones, un destino al que todo motero debería ir una vez en su vida.....e incluso repetir si llega el caso.

Un saludo y hasta la próxima.