domingo, 14 de agosto de 2022

RUTA POR LOS PUERTOS DE CANTABRIA Y VALLES PASIEGOS

 Hola a todos.

Me encuentro con tres días libres por delante y con unas ganas locas de salir a hacer kilómetros con la moto así que mirando la previsión de tiempo para los próximos días elijo ir hacia el norte ya que las temperaturas no van a ser tan altas como en el resto de España.

Una primera tirada que se me pasa en un suspiro y me planto en Burgos, dejo a un lado la autovía y ya siempre por carreteras secundarias, me adentro en la zona de las Merindades que, aunque la conozco de un viaje anterior, me sirve de excusa para volver a pasar por ella y disfrutar de sus paisajes y sus pueblos antes de llegar a mi objetivo.

Mi primera parada es en Tobera, junto a la Ermita de Santa María de la Hoz

Ya tenía ganas de quitarme el casco, porque no me lo había sacado de la cabeza desde que salí de casa.


El rio Molinar, que corre junto a la Ermita, no lleva prácticamente agua, cosas de la sequía y que estamos en pleno mes de Agosto, así que las famosas cascadas que forma al pasar por el pueblo apenas pueden mantener con dignidad el nombre de "cascadas".





Esta falta de agua va a ser una tónica general en mi viaje, a cambio, el tiempo que voy a tener, me permitirá disfrutar al máximo de los paisajes y de las carreteras que voy a recorrer, no se puede tener todo y esta vez me quedo con rodar por suelo seco y tener vistas panorámicas de los parajes a los que voy a llegar.

Vuelvo a la moto y continuo unos pocos kilómetros hasta llegar a las inmediaciones del pueblo de Frías. 


Otro pueblo emblemático dentro de la comarca de las Merindades, con su castillo-atalaya en lo alto del risco que lo sujeta, el cerro de la Muela.



Frías está situado en un cruce de caminos y paso obligado, durante la edad Media, entre Cantabria y la Meseta, para lo que había que cruzar el puente romano que sobrevuela el rio Ebro.




Me despido de Frías y ya voy notando el calor sofocante cuando el termómetro de la moto veo que se mantiene en los 37ºC y eso que ya estoy en el norte de Burgos. 


Estaría bien refrescarse en algún sitio y recuerdo la imagen de las Cascadas de Tobalina, no están muy lejos y no me desvío demasiado de mi ruta, así que allá que voy.

Llego a la zona y después de dejar la moto a la sombra para que no se derrita hasta que vuelva, me llevo una decepción al ver la imagen de este salto de agua.



Hay bastante gente combatiendo los calores del verano con un chapuzón en el estanque. Algunos incluso se atreven a saltar desde bastante altura. 


Otro corto tramo de carretera, siempre buscando dirección norte, y paro junto al Castillo de Cebolleros


Un paisano lo comenzó a construir en 1978, solamente en fines de semana y vacaciones, pero murió sin ver terminado su castillo, su hija y su yerno han tomado el relevo para finalizar esta obra de arte.

Dentro del pueblo todo está muy bien indicado y no hay manera de perderse.


Me queda una visita más, antes de parar la moto por hoy. Enfilo directo a la montaña, parece que me voy a estampar contra ella, para evitarlo, la carretera traza tres curvas de herradura y llego a lo alto de este punto turístico tan conocido. 


Desde la cresta de la montaña tengo estas impresionantes vistas del valle con la Cordillera Cantábrica de fondo.


En nuestro anterior viaje pudimos conocer Ojo Guareña con su Ermita y recomiendo 100% la visita si pasáis por aquí y no habéis entrado nunca.



Es hora de ir pensando en terminar la jornada de moto y acercarme a Espinosa de los Monteros donde tengo reservado alojamiento para los próximos días. 



La moto se queda aparcada en la calle, no es algo que me guste mucho pero la zona parece tranquila y hay poco transito de coches y peatones.

Cojo la habitación, me refresco y guardo las cuatro cosas que traigo en la mochila antes de salir a dar una vuelta al pueblo.

En Espinosa de los Monteros se crea, por orden del Conde Sancho García, el Cuerpo de Monteros de Espinosa que posteriormente será la Guardia Real que conocemos en nuestros días.



La gente del pueblo aprovecha el paso del rio Trueba para darse unos baños y quitarse el calor.



La Iglesia de Santa Cecilia en el centro del pueblo



Y no puede faltar un balcón en cada casa, cerrado con cristalera o adornado con geranios.





Y termino mi paseo y la primera jornada de ruta motera sentado en una bulliciosa terraza, junto a la Plaza Mayor, bebiendo una cerveza fresquita con la rueda de una Vespa sobre mi cabeza.



A las 8:30 de la mañana ya estoy arrancando la moto para que vaya cogiendo temperatura, 17ºC marca el termómetro. Que envidia voy a dar cuando cuente que he dormido con una sábana y una colcha por encima y sin pasar calor.

Llevo puesta la chaqueta de invierno sin el forro interior hasta que el sol empiece a calentar un poco.

Empezamos lo bueno.



Vaya atracón de puertos me voy a dar hoy!!! pero el día está despejado y no hay probabilidad de lluvia.


Empiezo subiendo el Pto. de la Sia, carretera estrecha, en algunas curvas con el asfalto húmedo y cagadas de vaca repartidas por la carretera. 



Las vistas desde aquí arriba son impresionantes.




Hay molinos de viento en la cima de todos los puertos que voy a subir hoy.




La bajada del Pto. de la Sia es una delicia, buen asfalto, curvas de todo radio y sin perder de vista el cuidado que hay que tener con algún caballo o vaca suelta que me encuentro en mitad de la carretera.

Llego al Collado de Ason, que en la dirección que llevo no tiene apenas desnivel, pero la diversión está más adelante. Aprovecho también para cambiar la chaqueta de invierno por la de verano, que el sol ya calienta lo suyo.




La bajada también es espectacular, asfalto buenisimo y carretera ratonera como muestra mi GPS.



En primavera y con abundancia de agua debería haber visto la caida de agua que tiene el rio Ason en este mismo lugar, pero Agosto no es la mejor época del año para venir a ver el salto del agua.



Voy a por el siguiente puerto, ahora toca el Puerto de Alisas.



Otro balcón con vistas preciosas.


En la bajada de Alisas está el Monumento al ciclista que, por cierto, toda la zona está plagada de aficionados.


 Un cartel me recuerda que estoy en plenos Valles Pasiegos


En Lierganes vuelvo a coger dirección sur para subir un puertaco tremendo: Puerto de Lunada



Una primera parte con asfalto muy bueno y unos 15 kilómetros finales donde el asfalto empeora, se hace un poco saltarín pero la imagen de la montaña, enorme, majestuosa, interminable, cubierta de color verde, hace que el estado del asfalto se olvide y solo disfrute de las panorámicas.

En la bajada de La Lunada sale una carretera a la izquierda que pruebo a coger pero enseguida una señal de "Zona Militar Prohibido el Paso" me hace reconsiderar mi decisión. Es una Base Militar de seguimiento de control aereo que anteriormente estaba en uno de los puertos que todavía me quedan por subir. 

Termino la bajada del puerto y giro a la derecha para hacer otro puerto "cinco estrellas" me refiero al Puerto de Estacas de Trueba.



En sentido en el que he llegado hasta aquí no dice mucho, no parece un puerto, hay muy poco desnivel, pero desde aquí arriba empieza el espectáculo.



La bajada de este puerto la recordaré durante mucho tiempo: asfalto ideal, curvas, panorámicas de postal y así durante muchos kilómetros hasta llegar a Vega de Pas.

Y sin solución de continuidad enlazo la subida al Puerto de La Braguia que me sabe a poco después de haber conocido Estacas de Trueba



Llego a Selaya todavía con la emoción en el cuerpo y tengo que reposar un poco para enfriar los flancos de las ruedas que vienen muy calientes.


La N-623 me devuelve rumbo sur hacia el punto de partida desde el que salí esta mañana no sin antes parar en el Puerto del Escudo


Y de bajada hacia la vertiente burgalesa hago otra parada en el pueblo de Soncillo, en el Capricho de Clemente, bar motero de referencia en la zona, y me tomo un café con hielo con la moto bien resguardada a la sombra.



Y dentro de las Merindades otra vez, no puedo dejar de ver Puentedey con su "Puente de Dios" excavado por el rio Nela en la roca de la montaña durante siglos.




Y como broche final y para poner la guinda al pastel de puertos que me he recorrido hoy, subo al Picón Blanco, final de etapa en la Vuelta Ciclista a España




En la cima quedan los restos abandonados y saqueados de lo que fue una Base Militar de seguimiento aereo (ahora trasladada al Puerto de Lunada).



Y por hoy ya está bien de curvas, me han salido "solo" 250km pero entre fotos, cafés, comida, más fotos, momentos contemplativos, etc, etc, me he pasado 10 horas en la moto. 

El tercer día corresponde al inevitable regreso a casa pero tengo planeado un recorrido con muchas paradas y algunos sitios interesantes para ver.

La chaqueta de invierno puesta desde el primer momento, el cielo tiene esas nubes negras que me hubieran arruinado las vistas si la etapa de los puertos la hubiese hecho hoy.

Empiezo bordeando por la parte norte el Embalse de Ebro,  la carretera no tiene ningun aliciente salvo la vista lejana del embalse porque el agua cada vez está más lejos de la carretera aunque en el GPS me figura que debería estar tocando el asfalto.

Llego a Reinosa sin entrar en la ciudad y tomo la carretera que discurre por la parte sur del embalse, muchisimo mejor diseñada para los que nos gusta montar en moto por buenas carreteras cargadas de curvas. No hay comparación entre hacer el recorrido por la parte norte o hacerlo por la parte sur.

Paro en la Iglesia de Villanueva de las Rozas. En 1946, con la construcción del pantano, el pueblo desapareció bajo sus aguas, quedando la torre de la iglesia como resto de lo que fue 






Terminada la visita a la torre de la Iglesia sigo gastando el dibujo de los neumáticos por esta divertida carretera junto al embalse.




Este tramo de carretera, también forma parte del Camino de Santiago 




Sigo por la N-623 hacia Burgos y hago un desvio para llegar al Mirador del Ebro.


Este tremendo cortado en la montaña, territorio de buitres, permite ver en fondo del barranco el paso del Ebro.


Y poco después otro desvio para llegar a un famoso pueblo destino de muchos turistas



Orbaneja del Castillo, conocido por su bonita cascada. No tenia intención de volver pues sabiendo la escasez de agua, pensaba que no caería mucha por la cascada.


Verdaderamente lo hemos conocido en mejores momentos, con mucha más agua, pero no puedo quejarme porque algo de agua bajaba.


"Los Camellos" formación rocosa que se está haciendo también muy popular entre los visitantes

Y ya disfrutando de las últimas curvas que me quedan antes de volver a casa.


Lleno el depósito en una estación de servicio un tanto clásica y de aspecto "retro".


Y puesto que campeo por "Tierras del Cid", que menos que hacer una visita a su pueblo de natal.



Vivar del Cid, desde donde parte otra ruta que tengo en mente y algún día quisiera recorrer.



Pues hasta aquí mi ruta por los Puertos cántabros, las Merindades y Tierras del Cid, espero que os haya gustado y dentro de pronto espero contar la siguiente escapada motera.


Un saludo.