viernes, 6 de septiembre de 2013

DESCUBRIENDO LOS PAISES DEL ADRIATICO.

Hace muchos meses, navegando por internet, encontré una empresa dedicada a organizar viajes en moto (www.travelbike.eu) en el que se anunciaban un viaje recorriendo Italia-Croacia-Eslovenia y Bosnia.

Las fechas en las que se realizaba coincidían con nuestras vacaciones por lo que le propuse a Annette la idea de ponernos en manos de la agencia y visitar todos esos países a los que teníamos pensado ir en alguna ocasión pero por unas causas u otras aun no lo habíamos hecho.

La idea le encantó y fue la que con su ilusión por ir hasta allí me terminó de animar a formalizar la inscripción.


DÍAS PREVIOS AL VIAJE.
Fui preparando alguno de los muchos detalles que lleva aparejado un viaje de este tipo:
-Llevar la documentación original de la moto y una copia de la misma en carpeta separada.
-Llevar una llave de contacto adicional por si se perdía la que uso siempre.
-Nuestros DNI, Pasaportes (que no hicieron falta), Tarjetas Sanitarias.
-Tarjetas de crédito y débito de ambos.
-Cargadores de batería para todos los artilugios que llevamos: móviles, cámaras, intercomunicadores, etc.
-Un "ladrón eléctrico" para enchufar varios aparatos juntos desde el mismo enchufe.
-La revisión de la moto se limitó a comprobar el nivel de aceite, agua, presión y estado de los neumáticos, todo estaba en perfecto estado por lo que no tuve que tocar nada pues la moto va de fábula.
-Deje el depósito de gasolina lleno para no parar al poco tiempo de salir.
-Cambie algo de dinero pues la moneda nacional de Croacia es la kuna, solo fueron 150€ por si teníamos que hacer algún pago en el que no aceptaran tarjeta de crédito. Siempre hacen mejor cambio de moneda en el país de destino.

La parte difícil corrió a cargo de Annette y fue la de elegir la ropa que llevaríamos durante los días de viaje y los cuatro días finales de las vacaciones en los que estaríamos descansando en la playa, y todo esto tenía que entrar en las dos maletas laterales y el baúl trasero de nuestra querida Paneuropean.

Una de las habitaciones de casa fue convirtiéndose en una especie de mercadillo ambulante con todo por medio a la espera de ser ubicado en su hueco correspondiente.



Por arte de magia, todo fue entrando poco a poco en el espacio que tienen las maletas y lo mejor es que al cerrarlas no lo hacían de manera forzada, reconozco que Annette tiene mucho arte preparando las maletas, a mi no me habría cabido ni la mitad de lo que llevábamos.

DÍA 01-08-13.
Los nervios antes del viaje hacen que durmamos poco, las ganas de ponernos en camino y evitar en lo posible el anunciado calor que se esperaba, hacen que el despertador suene muy pronto, de madrugada todavía, recogemos los últimos detalles que quedan y bajamos al aparcamiento a cargar todo en la moto.

A pesar de la hora que era, nos encontramos que varios vecinos están cargando sus coches para irse también de vacaciones , alguno nos mira con envidia mientras empuja la jaula del canario y la sombrilla dentro del maletero.

Pongo el contacto y aprieto el botón de arranque que marca el comienzo nuestras vacaciones.


Hoy tenemos como destino llegar a Barcelona, lo haremos por la ruta más rápida aunque no nos guste mucho, la idea es no pasar mucho calor y ver algo de Barcelona por la tarde pues no hemos estado antes allí.

Disfrutamos de la salida del sol y soportamos lo mejor que podemos los 13ºC que marca el termómetro cuando pasamos por algunas zonas de la A-2.

La primera parada la hacemos casi llegando a Zaragoza, un desayuno que nos termine de despertar siempre se agradece.




Dejamos atrás las altas cúpulas de la Basílica del Pilar que se pueden ver desde la autovía y recorremos a buen paso la autopista por los Monegros.

En la segunda parada que hacemos, Annette se acuerda de la película "Lo que el viento se llevó" cuando quiso quitarse el pañuelo que llevaba en el cuello, es curioso como el viento sabe deshacer nudos.

Es mediodía y estamos entrando en Barcelona, voy con mucho cuidado de no equivocarme de camino o no caer en alguno de los muchos rádares, ayuda fundamental en estos casos es el GPS.
Gracias a el llegamos a la primera al hotel sin dar ni un solo rodeo innecesario, bendito sea San Tomtom.


Confirmamos la reserva, la moto la guardamos en el parking subterraneo y dejamos las maletas desparramadas por la habitación. Con una ducha quedamos como nuevos, al calor no le ha dado tiempo a pillarnos por el camino, podemos comer tranquilamente, dormir una siesta y visitar Barcelona, el plan nos ha salido a las mil maravillas.

Por la tarde nos subimos en el autobús que ofrece el hotel de forma gratuita que hace un  recorrido de ida y vuelta hasta Pza. de España cada hora.


Nos vamos a dar un buen paseo bajando por la Avenida del Paralelo


Llegando hasta el mar en la Pza. de Colón




Y desde aquí subiremos por las famosas Ramblas


Las recorremos de arriba a abajo, compramos algún recuerdo y nos sumergimos entre la multitud que pasea por esta gran avenida.



Pasamos junto al Teatro del Liceo


El concurrido Mercado de la Boquería


La Fuente de Canaletas, lugar de reunión de los aficionados al F.C.Barcelona cuando ganan un título.


Y terminamos nuestro camino en la Pza. de Cataluña



Cogemos sitio en uno de los cotizados bancos a la sombra y nos entretenemos viendo el millón y medio de palomas que hay revoloteando a nuestro alrededor esperando unos granos de pienso.


Una de las cosas que más nos gustaron, fue ver lo mucho que se "curran" los disfraces los artistas que se dedican a mostrarse como "estatuas" en la parte baja de las Ramblas. Es un espectáculo verles disfrazados







La gente forma corrillos alrededor de cada uno, admirando el trabajo que tiene su puesta en escena.

Cuando volvimos al hotel estábamos cansados de tanto caminar, cenamos por allí cerca y nos acostamos con el gusanillo en el estómago de que al día siguiente empezaba de verdad nuestro viaje.

DÍA 02-08-13.
Hemos dormido a pierna suelta en las camas tamaño XXL del hotel, da un poco de pereza levantarse pero cuando pensamos en lo que nos espera a lo largo del día cuesta muy poco saltar de la cama.

Este es el plan que tenemos hoy



Dejamos todo guardado en las maletas y bajamos a desayunar.

A las 10 de la mañana habíamos quedado todo el grupo que formamos el viaje en la puerta del hotel pero parece que no hay mucha puntualidad. A medida que la gente va llegando nos vamos presentando y a las 10:30 nos dirigimos al Puerto.


Chema es el guía del grupo por lo que nos fiamos de el y no tengo que consultar a San Tomtom ni una sola vez de que manera llegamos al Puerto.


Nos colocamos ordenadamente en la fila para ir a Génova con la compañía GNV.


Se suponía que saldríamos a las 11:00 pero ya vamos con retraso, nos lo tomamos con paciencia y buen humor.



Hay mucho ambiente motero porque somos muchos los que esperamos a embarcar dirección Génova.


Sobre las 12:00 dan por fin la orden de embarcar y tras comprobar ticket de embarque y DNI de piloto y pasajero podemos subir a bordo.

Este era nuestro barco, esperándonos con sus fauces abiertas de par en par.


Somos de los primeros en entrar en el estómago de la bestia


Los estibadores nos indican que aparquemos en el lado de estribor y en dirección a la puerta de salida, sacamos las bolsas de las maletas y esperamos a ver cómo nos amarran la moto.


Gracias a que nos quedamos a ver la maniobra, pude pedirle a este operario que cambiara el amarre que había hecho a mi moto pues la cincha estaba sujeta a la horquilla delantera y rozaba con el carenado.
Todo quedó perfecto y dejamos a nuestra "Pan" bien sujeta para que no se marease en la navegación.


Subimos con todos los trastos hasta la cubierta de los camarotes, estamos emocionados porque es la primera vez que viajamos en barco (la vez que cruzamos el Estrecho de Gibraltar no la contamos porque eso fue como un paseo en el estanque del Retiro).
El camarote tiene unas medidas diametralmente opuestas a la habitación del hotel que habíamos dejado en Barcelona pero nosotros nos apañamos bien y tampoco somos muy "tiquis miquis".


Nos ponemos una ropa más cómoda y subimos a cubierta, esto suena más a "Vacaciones en el Mar" que a Vacaciones en Moto.


Una hora después de embarcar zarpamos con dirección a Génova, echamos en falta el confeti y las serpentinas como habíamos visto en la serie, pero la música si que la tarareamos, jajajajaja.


Dejamos Barcelona en el horizonte hasta que volvamos dentro de unos días.


Pasada la emoción de los primeros momentos del "Bautizo Marinero", nos entra hambre y nos vamos a la cafetería a sentarnos en una mesa con vistas al mar, el bocata que nos zampamos nos aprovechó el doble.


Después de comer nos perdemos un poco por el barco, descubrimos tiendas, salones, restaurantes, cafeterías, un cine e incluso un casino.
Encontramos pantallas en las que se informa del punto en el que nos encontramos navegando y la velocidad que llevamos.


Aprovechamos para tomar un poco el sol


Y también para meditar y relajarnos mirando el mar


A las 18:00, en uno de los salones del barco, hicimos una reunión de todo el grupo que vamos de viaje para irnos conociendo y para que Chema nos cuente cómo serán las etapas y algún que otro detalle del recorrido.

Otro de los momentos que nos gustó mucho fue disfrutar de la puesta de sol, un poco tapado por las nubes pero aun así muy bonita.


Una entretenida charla con el resto del grupo da fin a este día que, aunque ha sido corto en kilómetros recorridos, ha sido muy intenso en experiencias que antes no habíamos vivido.

DÍA 03-08-13.
Poco antes de las 6:00 de la madrugada una estridente voz femenina suena por la megafonía del barco, nos despierta de mala forma para informarnos en 4 idiomas que en una hora llegaríamos a Génova.
Uno de los cuatro idiomas era el español aunque se la entendía igual de mal que con los otros tres.

El capitán del barco le ha dado caña esta noche y se ha pasado todos los límites de velocidad porque saliendo dos horas tarde de Barcelona hemos llegado a la hora prevista.


La noche no fue muy tranquila, y no porque el barco se moviera mucho, que no lo hizo, sino porque los marroquíes que viajan en el barco nos regalaron un concierto de música árabe hasta las 12:00 de la noche y no hubo quien pegara ojo.

Salimos a cubierta para ver Génova y el amanecer.




Cuando bajamos a la bodega las motos ya no están amarradas, metemos las bolsas en las maletas y salimos del ferry a pisar suelo italiano. Hay un control de los Carabinieri en el que nos piden el DNI.

Poco después de salir del puerto cogemos la autopista A7, una subida continua y repleta de curvas, muy divertida para lo sosas y aburridas que suelen ser las autopistas.

Hacemos una parada en el primer área de servicio que encontramos para desayunar y vaciar la vejiga.

Seguiremos por autopista dirección Venecia que es el destino al que llegaremos hoy, los indicadores son en color verde en vez de azules, y la velocidad está limitada a 130km/h.



Cuando queremos darnos cuenta ya estamos a mitad de camino, a pesar de los muchos mensajes anunciando radares en los pórticos de la autopista,  hacemos una parada para llenar depósitos y estirar un poco las piernas.


El precio de la gasolina está por las nubes


Seguimos nuestra ruta dirección este y cada vez sube más la temperatura, el termómetro marca ya 35ºC, menos mal que casi hemos llegado a Mestre que es donde nos alojaremos hoy.
Encontramos el hotel (Hotel President) y aparcamos las motos en un parking privado que tiene el hotel, lo primero al subir a la habitación es darnos una ducha porque llegamos sudando como pollos.

Nos reunimos para comer en un centro comercial cercano, al cobijo del aire acondicionado porque en la calle está cayendo fuego del cielo.

Para visitar Venecia, que está a 7km, compramos en un estanco un billete combinado "bus-vaporetto" para utilizar durante todo el día por 18€ cada uno.
Nos subimos en el autobús 4L que tiene parada al lado del hotel y nos deja en la Pza. de Roma en Venecia.


Con el billete combinado siempre a mano vamos a ir cogiendo vaporettos para trasladarnos de un sitio a otro, son como los autobuses de Venecia, con muchas paradas y cada uno se sube o baja donde quiere.


Primero damos una vuelta por la parte exterior de la isla




Nos bajamos en la famosa Plaza de San Marcos.


Impresionante la cantidad de puestos de regalos y recuerdos que hay por todos lados, los muchísimos turistas que deambulan por la plaza y sus inmediaciones, la marea del mar se ha convertido en marea humana.





La Pza de San Marcos es el lugar más bajo de Venecia, por eso, cuando el mar sube por tormentas o exceso de lluvia la plaza queda inundada.



Paseamos por el interior de la ciudad, recorriendo sus callejuelas, porque no todo es agua y hay calles por las que nos podemos perder un poco.






Venecia es también conocida por su famoso Carnaval en el que la gente se disfraza luciendo sus máscaras





Otro de los lugares famosos que tiene la ciudad es el Puente de Rialto, el más antiguo de todos y durante muchos años el único que cruzaba el Gran Canal.







Otra imagen típica es la de las muchas góndolas que pasean a los turistas por los canales de la ciudad, el precio del paseo llega a 100€  media hora por lo que nosotros nos conformamos con ver el dominio que tienen del remo y lo bien cuidadas que tienen sus góndolas.






Incluso tienen también pequeños atascos de hora punta



Terminamos cansados de tanto andar, de subir y bajar en los vaporettos recorriendo el Gran Canal, de comprar regalos y de bebernos botella tras botella de agua para refrescarnos de tanto calor.

Decidimos sentarnos todos juntos tranquilamente en un restaurante para cenar.



Las vistas eran ideales, el lugar inmejorable, la cena normalita....y el precio de todo esto fue de 44€ por dos pizzas y dos coca-colas (propina incluida en la factura).


Por lo menos vimos anochecer desde esta terraza y nos llevamos la imagen de Venecia por la noche que también es muy bonita.



Con el sablazo en el cuerpo todavía reciente, volvimos en el mismo autobús que nos había traído, esta vez abarrotado de gente, alguno no tuvo pudor ni piedad en soltar un "cuesco" allí dentro, y a otro, Annette le pilló "in fraganti" (nunca mejor utilizada esta palabra que en su país de origen)  intentando abrirle el bolso.

Cuando llegamos al hotel nos volvimos a dar una ducha porque el cuerpo nos lo pedía después del calor que habíamos pasado, esto fue "mano de santo" para que durmiéramos como benditos toda la noche.

DÍA 04-08-13.
El zumbido del despertador salta a las 7:30, un "capuccino" en el desayuno no puede faltarnos para empezar el día.

Este es el plan de ruta que tenemos previsto, dejaremos Italia, haremos una entrada y salida en Eslovenía y seguiremos por la costa ya dentro de Croacia.

El calor no nos va a abandonar pues son las nueve de la mañana cuando nos ponemos en marcha y estamos a 30ºC.

Hacemos una parada en un área de servicio para llenar los depósitos y sufrir otro rejonazo de 1,90 € el litro de gasolina.


Hay bastante circulación por la autopista, se nota que es domingo y la gente sale hacia las playas, algunos no se dejan nada en casa cuando se van de vacaciones.


Al pagar el peaje nos ocurrió algo curioso: en el momento en que Alberto y Arancha salían, nosotros entramos y al sensor del suelo se le cruzaron los cables pues no bajaba la barrera ni me dejaba introducir la tarjeta de crédito, al final tuve que pasar sin pagar los 10€ que valía el peaje para no crear atasco.
PD: Alberto y Arancha quedan pendientes unos cafés.


Dejamos la autopista y seguimos dirección a Trieste acompañados de estas vistas de la costa


La carretera tampoco tiene desperdicio y disfrutamos tanto conduciendo como mirando el paisaje



Al final de esta carretera en bajada llegamos a Trieste y hacemos una parada cerca del puerto 



Dejamos las motos al borde del muelle, más de uno pensamos en zambullirnos con ellas directamente.



Por suerte había una terraza cerca para refrescarnos de una forma más civilizada.


Después del refrigerio seguimos la ruta y ya estamos a punto de cruzar una de las fronteras


Cruzamos la frontera de Eslovenia sin mayor problema, es miembro de la UE y no hace falta parar.


Donde si que tuvimos que parar muchas veces fue en la carretera que bordea la costa pues estaba totalmente atascada.


Kilómetros y kilómetros de coches parados, nosotros íbamos avanzando poco a poco por el sentido contrario aunque había momentos en los que teníamos que buscar huecos y parar porque no podíamos pasar, menos mal que en moto los atascos son más llevaderos


Llegamos a otro puesto fronterizo, vamos a pasar a Croacia


Nos miran de reojo el DNI y cuando pasamos el control hacemos una parada para reagruparnos.


No podemos dejar de hacernos la foto de bienvenida a Croacia



Y aquí estamos todo el grupo que formamos el viaje


Como es hora de comer nos desviamos de la ruta marcada para llegar al lugar donde haremos la parada.


Subimos al restaurante Starikastel que está en lo alto de una montaña desde donde todavía se aprecia el atasco que acabamos de pasar.


El sitio donde dejar aparcada la moto no es el más bonito, pero solo había hueco junto al cementerio


El restaurante es muy chulo, y la cocina podíamos catalogarla "de diseño". De primero un gazpacho, la foto está tomada antes de empezar a probarlo aunque parezca que ya casi me lo había terminado.


De segundo un carpaccio, y no lo pedí para que rimara con el primero, fue pura casualidad.


No podemos negar que los platos eran generosos, casi no caben en la foto, lo que había dentro es otro cantar.

Terminada la comida volvemos a la carretera que aún nos queda un poco para llegar a Pula


La última parada antes de llegar a nuestro destino es en una gasolinera para llenar el depósito, un litro de gasolina 10,6 kunas que traduciendo a euros son 1,33€ , esto ya está mejor que en Italia.


Estamos ya en Pula, punta sur de la peninsula de Istria. Buscando el hotel en el que nos alojaremos pasamos por delante de su famoso Anfiteatro Romano


También junto a su puerto deportivo 


Llegamos al Hotel Pula y guardamos las motos en un pequeño garaje. Después de la ducha ya estamos preparados para dar un paseo por la ciudad


Aunque los alrededores del hotel tampoco están nada mal para relajarse


Compartimos unos taxis que nos llevan al centro de la ciudad para así no coger las motos.
Hacemos una visita al interior del Anfiteatro


Está conservado estupendamente y en verano se utiliza como recinto para albergar conciertos.



La ciudad está muy animada y hay mucha gente en la calle, aprovechamos para comprar algún recuerdo


Cenamos todos juntos en un restaurante y nos conectamos al wifi gratuito para informar a la familia de que nos lo estábamos pasando genial y todo iba muy bien. Este instante fue titulado "Momento wifi".


Cuando volvemos al hotel son más de las 12, y mañana volvemos a madrugar un poco.


DÍA 05-08-13.
Como estamos más al este que en España aquí a las 6:30 de la mañana ya luce un sol que parece mediodía pero nosotros no empezamos la jornada hasta dos horas después.

La ruta de hoy va a ser espectacular, saltaremos de isla en isla y recorreremos una de las carreteras de costa que más nos ha gustado en todos los años que llevamos montando en moto.

Salimos de Pula y siempre por buena y retorcida carretera empezamos a calentar motores



Tenemos que llegar a Brestova desde donde cogeremos un ferry para cruzar a la isla de Crest


Cuando llegamos hay bastantes coches esperando para embarcar, nos ponemos primeros porque nuestro sitio en el ferry es diferente al de los coches.


Sacamos el billete con destino a Porozina


Y hacemos tiempo hasta que llegue el ferry cambiando euros por kunas 1 €=7,5 kunas.

Hablamos con un esloveno que está de vacaciones recorriendo Croacia con su bicicleta futurista.


El ferry ya aparece y se prepara para atracar en el muelle


En cuanto baja la rampa de acceso nos dan paso para que entremos


Estamos cogiendo una gran práctica en subir y bajar rampas resbaladizas de ferrys


Nadie se encarga de amarrar las motos porque es un trayecto corto y el mar está muy calmado.



Mientras siguen entrando coches y caravanas en la bodega nosotros podemos ver que este motero no quiere que a su moto le de una insolación.


Cuando la bodega está repleta de vehículos el ferry sube la rampa y zarpamos.


El paso de ferrys entre uno y otro puerto es continuo por lo que no hace falta reservar billete


En poco más de veinte minutos estamos ya a punto de llegar a Porozina, en la isla de Crest.


Nada más desembarcar tomamos una carretera espectacular con unas vistas preciosas




La carretera invita a subir las revoluciones de la Pan, es una gozada el trazado de la carretera y el paisaje



Un sinfín de curvas todas con vistas al mar


Dejamos atrás la ciudad de Crest 


Y continuamos por este paraíso para la vista y para el mototurismo.


Tomamos una cinta negra asfaltada con un trazado que no tiene que envidiar al de ningún circuito.


Nadie se quiere quedar atrás y el baile curva tras curva se sucede incesantemente.


Casi tocamos el mar en esta bajada vertiginosa.


Hemos llegado a Valin, un pueblo casi escondido en la costa.




Es el mejor sitio para relajarnos y sentarnos a comer 


Comimos de lujo y en abundancia, además por muy pocas kunas.
No podía faltar la cerveza fría de la zona para combatir el calor que llevábamos. Cerveza en croata se traduce por Pivo.


Cuando terminamos de comer nos hubiéramos tirado en la playa a reposar pero teníamos camino por hacer, vamos dirección Merag donde tenemos que hacer otro salto sobre el mar para cruzar a otra isla.
Nos encontramos circulando por estas carreteras más motoristas de vacaciones, como nosotros, con los que intercambiamos saludos.


Llegamos a Merag y sacamos billete para ir a Valbiska, pasaremos a la isla de Krk


Nos toca esperar hasta que llegue el ferry


Me arrimo a la autoridad para no meterme en líos.


Llega el ferry pero más que ferry podríamos llamarlo parking móvil acuático


De la isla de Krk pasamos a la península de Croacia a través de un puente, por hoy ya habíamos tomado suficientes ferrys.


A partir de aquí bajamos por una increíble carretera que bordea la costa y calca fielmente su relieve.



Asfalto perfecto, pueblos pequeños que atravesamos sin semáforos que corten el ritmo.


Algunos pueblos tienen su zona de playa aunque siempre sobre cemento o rocas pues estas playas no son como las que nosotros tenemos de arena, aquí no saben hacer castillos con el cubo y la pala.


Mientras el sol va bajando poco a poco en el horizonte, nosotros seguimos pasándolo en grande



Fueron unos 200km seguidos de disfrute pero se nos hicieron realmente cortos


Una de las mejores carreteras de costa que hemos conocido por su longitud, por sus vistas y por su trazado.

Tenemos butaca de primera fila para ver este atardecer tan bonito



Estamos a pocos kilómetros de Zadar, en el Hotel Porto tenemos reservada la habitación. Hoy ha sido un día intenso en visitas, en descubrir paisajes de postal y también en kilómetros. No nos quedan ganas de salir y cenamos en el buffet del hotel por solo 50 kunas.


DÍA 06-08-13.
Hoy no madrugamos mucho y cuando nos ponemos en marcha vamos a conocer la parte antigua de Zadar que aún conserva su vieja muralla.


Llegamos hasta el paseo marítimo, blanco como el vestido de una novia, por lo visto está hecho con la misma piedra blanca con la que está hecha la Casa Blanca de Washington.


El mismo Paseo Maritimo es a la vez un Órgano marino, me explico, por los agujeros que se pueden ver en el suelo sale el aire que el agua del mar presiona con las olas. El concierto que se escucha es continuo.

Me paré a hablar con dos chavales alemanes que también estaban de vacaciones, venían desde su pais con estos ciclomotores y se dirigían a Grecia.....¡¡¡Impresionante!!!


El plan de hoy consistirá en visitar la maravilla de los Lagos Plitvice y bajar hasta Split donde dormiremos.



Dejamos la costa y nos adentramos en el interior de Croacia cruzando muchos pueblos en los que es habitual ver carteles de casas en alquiler (Sobe-Zimer-Rooms), lo mismo ocurrió ayer mientras bajábamos por la costa hacia Zadar, no tener alojamiento reservado no es ningún problema en esta zona pues la oferta es muy amplia.

A pocos kilómetros de llegar al Parque de Plitvice paramos en un restaurante que conoce Chema en el que podemos dejar todo lo que no necesitemos para ver cómodamente la grandiosidad de los Lagos.


Cuando terminemos de hacer el recorrido por los Lagos, volveremos hasta aquí para dar buena cuenta de los cerditos que nos están preparando para comer.


El recorrido que nos queda es muy corto y los carteles ya anuncian lo que nos espera.


Podemos pasar las motos al parking sin necesidad de pagar, un detalle con los motoristas que ya podían imitar en más sitios.

Los Lagos Plitvice son una secuencia de 16 lagos comunicados por medio de cascadas situados entre dos cadenas montañosas.


Hay varias rutas posibles, todas marcadas, puedes pasar el día entero recorriendo la zona pero nosotros haremos un recorrido para ver lo más espectacular de los lagos.


Para no perder la práctica de los trayectos en barco, cogemos primeramente un par de barcos que nos cruzaran uno de los lagos.




Una vez en tierra firme iniciamos el gran paseo que nos dimos recorriendo este lugar único.


A medida que vamos avanzando por el camino encontramos cascadas y saltos de agua por todos lados.



Foto de grupo


El camino se hace cuesta arriba, dan ganas de meternos de cabeza en alguna de estas piscinas naturales








No estamos muy acostumbrados a los largos paseos por la naturaleza y terminamos rotos pero es de esas veces que el esfuerzo vale la pena y contemplar esta maravilla natural no nos cabe duda que lo merece.

Volvemos hasta el parking en un vehículo mitad militar-civil reconvertido en transporte dentro del parque.


Se nos ha hecho un poco tarde para comer pero nos esperan sin problema hasta que lleguemos.

El menú que nos metimos entre pecho y espalda mereció un aplauso para el cocinero y para Chema por llevarnos hasta ese sitio a comer.


Nos pusimos ciegos por poco más de 10€ cada uno, nos hemos apuntado el sitio por si algún día volvemos.

Nos quedaban más de 200km para llegar a Split y el cielo amenazaba con dejar caer alguna tormenta por lo que nos preparamos y enfilamos dirección sur para llegar sobre las 20:00 al Hotel Art en Split.

El hotel está a poca distancia del centro de la ciudad por lo que dejamos las motos en el parking y bajamos andando hasta la parte antigua que se corresponde con lo que fue el Palacio de Diocleciano.


Hay mucha gente en la calle y parece como si estuviéramos en la época romana en mitad de tanto monumento.


Cenamos en el Luxor y cuando el camarero llegó con la nota pensábamos que nos habían condenado a la crucifixión por pedir una hamburguesa y una ensalada. 


Volvimos al hotel pasadas la una de la noche, mañana sobre el papel es jornada de descanso pero algo tendremos que inventarnos para no aburrirnos ¿no?.


DÍA 07-08-13.
Anoche le dimos vueltas al plan de hoy, es complicado cuadrarlo porque tenemos tres objetivos en mente: visitar Mostar, recorrer Split con calma y a la luz del día porque ayer llegamos tarde y por la noche todos los gatos son pardos, intentar pasar el menor calor posible pues nos acompaña una ola de calor terrible estos días.

El resto del grupo también quiere visitar Mostar pero no tienen ganas de madrugar mucho por lo que consultamos a Chema la posibilidad de desmarcarnos del grupo pues hoy es jornada de descanso y dormiremos en el mismo hotel al final del día. 
Chema no nos pone ninguna pega puesto que realmente es un día para que cada uno haga lo que le apetezca.

Este es el resultado final de nuestro plan de ruta para hoy.


A las 6:30 estamos desayunando en la terraza del hotel, somos los primeros en probar el buffet. A las 7:00 ya estamos saliendo de Split, lo hacemos por la costa, con su solazo en el cielo espectacular y el termómetro marcando ya 27ºC.

Carretera de costa muy bonita, siempre acompañados por el mar.




Nos sorprende lo montañoso del terreno, verdaderamente la montaña baña sus pies en el mar.



Dejamos la costa y pasamos al interior montañoso 


En una parada que hicimos en una gasolinera me dio por comprar una mapa "de los de toda la vida" por si tenía que recurrir a el ya que a San Tomtom se le acaba el mundo cuando llega a la frontera de Croacia.
Gracias a esta ocurrencia que tuve, pudimos dar con el paso fronterizo y la carretera que lleva a Mostar puesto que los indicadores apenas existían  y era complicado acertar con el camino correcto.


Finalmente me oriento y encontramos la frontera para pasar a Bosnia Herzegovina.


En la garita de control, un policía con aspecto soviético y con cara de pocos amigos nos pide los DNI´s y en su idioma nos pide también algo más (supongo que sería la documentación de la moto, que la llevaba guardada en el baul) pero nosotros "nos hacemos los suecos" y nos encogemos de hombros dándole a entender que no entendíamos nada. Después del segundo intento por su parte nos hace el gesto que sigamos adelante y no le amarguemos más el día.


Las carreteras han cambiado a peor, el asfalto se parece a la cara de un adolescente, hay zonas en obras y encontramos algún coche que circula por estas carreteras como si participaran en una prueba cronometrada de rally.


Finalmente llegamos a Mostar


Buscamos los indicadores de "Puente Viejo-Old Bridge", seguimos esta dirección que nos lleva a la parte antigua de la ciudad. Al fondo de una calle que termina en una serie de bares nos ayudan a aparcar la moto y se comprometen a vigilarla durante el tiempo que tardemos en visitar la ciudad


La verdad es que hay bastantes motos y de diferentes paises allí aparcadas, incluso con los cascos y cazadoras encima de las motos, a nosotros nos falta esa confianza y guardamos casi todo dentro de las maletas.



Mostar se hizo famoso por el asedio que sufrió durante 18 meses a cargo del ejercito Yugoslavo, en ese asedio los bombardeos fueron continuos y dejaron la ciudad arrasada, el famoso Puente de Mostar fue volado y con la llegada de la Paz se iniciaron los trabajos de reconstrucción en los que participó muy activamente el ejercito español.

Entramos en Mostar y tenemos que decir que nos encantó desde el principio


No nos cabe duda que uno de los fuertes que tiene la ciudad es el turismo



Nos metimos por sus calles estrechas y llenas a ambos lados de tiendas de recuerdos y regalos.


Algún que otro recuerdo a modo de pegatina e imán nos llevamos para casa.



También quedan recuerdos de la guerra



Y el sello principal de la ciudad es el Puente Viejo sobre el río Neretva.





Una última vista antes de marcharnos


Por desgracia, en el resto de la ciudad quedan muchos edificios con secuelas del dramatismo de la guerra





Terminada la visita a Mostar tenemos que volver sobre nuestros pasos y desandar lo andado.

Entramos de nuevo en Croacia y no tenemos ni que parar la moto para enseñar nada en la garita de control, la temperatura se ha disparado y llega a 39ºC, algo que circulando a 140km/h no habíamos visto nunca.


Por el camino compramos comida y a las 15:00 estamos en la habitación del hotel preparándonos para comer y echarnos después una reconfortante siesta.

Con el calor un poco menos intenso salimos a pasear por Split.

Esta ciudad creció alrededor del Palacio fortificado que construyó el Emperador Diocleciano como lugar de retiro. Con el tiempo, el Palacio se convirtió en Ciudad fortificada pues fue ocupado por los vecinos de la ciudad para buscar protección entre sus murallas.


Nos adentramos por sus callejuelas estrechas



Descubrimos rincones escondidos







Pasear por aquí es como hacer un viaje hacia atrás en el tiempo. ¡¡Que cachondos eran los romanos!!






Extramuros se encuentra el puerto, recorremos despacio el paseo marítimo que nos da otra imagen de la ciudad.


Esta curiosa fuente a distancia que no falla el tiro de agua y acierta en la diana sin derramarse ni una gota.


En la Plaza Central nunca falta animación y las gradas hacen de improvisado teatro al aire libre



El espectáculo no para en ningún momento, incluso de noche pasamos un buen rato sentados admirando a los malabaristas o escuchando música desde el restaurante Luxor.



Cenamos en plena calle, disfrutando de la animación y del ir y venir de gente, volvemos al hotel tarde y un poco cansados, pero contentos de haber aprovechado el día a tope.


08-08-13.
Hoy nos espera una jornada larga, abandonamos Croacia y retomamos nuestro paso por Slovenia para conocerla un poco mejor.
Nuestro libro de ruta será el siguiente.-


Para ganar tiempo subimos por la autopista dirección Zagred, la velocidad máxima está limitada también a 130km/h, pegamos dos tiradas de casi 200km cada una y cuando paramos en algún area de servicio aprovechamos para ir gastando las pocas kunas que nos quedan pues en Slovenia tienen el euro como moneda oficial. 

Por fin salimos de la autopista y pasamos por la frontera de Slovenia


El paisaje ha cambiado radicalmente, el color verde se apodera del paisaje, carreteras con perfecto asfalto, altas montañas como telón de fondo.


Tomamos una divertida carretera con continuos desniveles y curvas de todo radio, no tenía arcén pero eso nos daba a todos igual, nos lo estábamos pasando genial.



Antes de llegar a Ljubijana hacemos una parada, es la hora de comer, un poco de calma porque la cosa se estaba calentando demasiado.

Pedimos unos escalopes y una ensalada para acompañar


Pero lo que de verdad entraba bien era la cerveza fresquita


Para usar la autopistas es obligatorio llevar la pegatina de rigor en la moto para no ser ser multados por la poli, en una gasolinera compramos la viñeta por el tiempo mínimo (7días) y nos sale por 7€.


No me gusta mucho poner pegatinas a la moto pero esta es obligatoria


Llegamos al hotel Mhotel y guardamos las motos en el parking, descargamos las maletas y nos duchamos. Habíamos quedado todo el grupo en recepción a las 19:00 para dar un paseo por la ciudad pero nos dan una noticia increible.

Resulta que Chema se había equivocado de hotel, hasta hace poco tiempo siempre se alojaba en este hotel cuando venía con algún grupo pero esta vez la reserva estaba hecha en otro hotel más céntrico.

Tuvimos que recoger todo lo que teníamos repartido por la habitación, guardar en una bolsa lo que no se podía meter en las maletas y hacer el traslado de hotel.


El hotel correcto es el Hotel Park, mucho más cerca de la parte animada de la ciudad, pudimos ir andando pero desafortunadamente ya se nos había hecho de noche con la aventura del cambio de hotel. 

Lo poco que pudimos ver de Ljubijana nos gustó mucho, bastante gente en la calle, las terrazas llenas de turistas y edificios muy elegantes que mañana veremos con la luz del día.


Una cena en grupo puso fin a este día tan ajetreado con respecto al alojamiento.

09-08-13.
Hoy seguimos con el camino de regreso y nos espera una jornada dura pero que esperábamos con ilusión pues nos meteremos en las carreteras de montaña de los Alpes Julianos y seguiremos por los Dolomitas hasta bajar a Trento donde terminará la etapa.


Antes de empezar el viaje, Annette y yo nos propusimos dar un paseo a primera hora por las calles de Ljubijana. 

Estas son las vistas de la ciudad que teníamos desde la habitación del hotel.


Nos pareció desde el primer momento que esta ciudad está más cercana en cuanto a cultura, edificios, paisaje, nivel de vida, etc a su vecina Austria que a Croacia.

Lo primero que encontramos en nuestro paseo es el Puente de los Dragones


Sustituyó a un puente de madera y fue uno de los primeros puentes de hormigón de Europa. Está decorado con cuatro dragones que son el símbolo de la ciudad.

Detalle motero, aquí las motos están bien cuidadas y vigiladas por el dragón.


En este otro puente adornado por candados 
sellan amor eterno los enamorados.

(poema improvisado).



La Plaza Preseren, centro turístico de la ciudad.


En esta plaza se ubica también la iglesia franciscana y el edificio de la farmacia.



Tenemos sobre nosotros el famoso Castillo medieval en lo alto de la colina. 


El río Ljubljanica cruza la ciudad



Nos encontramos curiosas formas de adornar los cables de la luz


Y muchas plazas a cual más bonita.



La Fuente de Robba en la Plaza Municipal


La Catedral de San Nicolás con su cúpula verde


Además hoy parece que es día de mercado y los comerciantes preparan sus puestos.


El reloj nos avisa que es la hora de volver


El desayuno nos espera y el paseo por estas calles tranquilas nos ha abierto el apetito. 
El "alimento" para los móviles está asegurado con este macro-cargador que ofrece clavija a cualquier modelo.


Terminamos de recoger nuestras cosas y bajamos a preparar las motos y"dar un poco de distracción a los turistas japones".



A las 8:00 estamos en marcha para buscar las montañas de los Alpes Julianos.




Tomamos un desvío hacia la población de Bled


Quedamos impresionados de la belleza del paisaje que encontramos


El Castillo en lo alto de la montaña y la Iglesia en mitad del lago.


Es una panorámica de postal


Hacemos mil fotos y aprovechamos para comprar algún recuerdo.

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                        

Las cuatro guapas del viaje: Esther, Arancha, Ana y Annette.


Un último vistazo a esta belleza natural.

(me refiero al lago, no a la moto)

Tenemos que seguir nuestro camino y dejar este lugar donde se respira paz y tranquilidad, nos esperan los Alpes Julianos.


Y no queremos hacerles esperar mucho.....


Es el momento de rodar por estas carreteras de alta montaña repletas de curvas.


Podemos ver mucho ambiente motero, no en vano este es uno de los paraísos para los que nos gusta la moto.


Empezamos subiendo al Ursic de 1.611m.


La carretera se empina, empieza a coger altura y cuando cogemos ritmo y empiezan las curvas de garrote nos encontramos que el asfalto se sustituye por adoquines.


Por suerte el suelo estaba seco aunque el cielo amenazaba con sus nubes, aun así, las ruedas de la Panan dieron algún aviso de que el adoquín no agarra igual que el asfalto.

Cuando llegamos arriba hacemos una obligada parada para contemplar el paisaje y pasar por el chiringuito de recuerdos.



Nuestras caras son un reflejo de cómo lo estábamos pasando allí arriba. 


Impresionantes vistas.


Y también impresionan los escaladores que encordados suben uno detrás de otros estas moles de piedra


Comenzamos la bajada y empieza a llover, el cielo se cansó de amenazar y pasó a la acción.





Cruzamos la frontera para pasar de Slovenia a Italia, o lo que es lo mismo, de los Alpes Julianos a los Dolomitas.


El paisaje no entiende de fronteras y sigue siendo tan espectacular a uno y otro lado de la linea fronteriza


La lluvia nos acompaña en algunos momentos y en otros, el sol gana la partida.


Los "tornantis" como este no paran de sucederse uno tras otro.


El ritmo, dentro de la prudencia que exige el estado de la carretera, es bueno y nadie se queda atrás.


De tanto subir y bajar puertos, mojarnos y secarnos con la lluvia y cruzar fronteras, tenemos algo de hambre por lo que hacemos una parada para llenar nuestros estómagos vacíos.


Este era el menú


Y no pudimos resistirnos a pedir "pasta italiana" por el país en el que estábamos.


Cuando terminamos de comer volvemos a las motos, nos esperan todavía muchos kilómetros de curvas y de diversión por estos Dolomitas.


Igual estamos bajo un cielo azul maravilloso, como nos metemos bajo un manto negro de nubes cargadas de agua.


No hay mal tiempo que valga cuando la carretera es divertida.


Los paisajes nos dejan con la boca abierta



Y además todo esto se disfruta más en buena compañía.


No recuerdo en que pueblo nos pilló un buen tormentón bastante serio, ahí dejamos las motos lavándose mientras nosotros estábamos bajo techo.


Nos obligó a ponernos los chubasqueros pero la Ley de Murphy dice que si te pones el chubasquero deja de llover y así ocurrió.


Llegamos a Trento y tras un par de vueltas encontramos el hotel Gran Hotel Trento. 
Las motos se quedaron guardadas en el parking subterráneo por si seguía lloviendo por la noche, y nosotros a mojarnos pero bajo la ducha del baño.

Luego toca dar un paseo relajado por la ciudad


El nombre de Trento no está claro si viene de los tres ríos que la cruzan o de los tres montes que la rodean.



En el paseo que damos llegamos a la Piazza del Duomo. En mitad de la Plaza se encuentra la fuente dedicada a Neptuno.


Un imponente campanario, informa de la hora a toda la ciudad.


Vamos encontrando muchos rincones curiosos en esta ciudad



Caemos rendidos en la cama, mañana más.


10-08-13.
Amanece una día reluciente, no ha quedado ni una sola nube de las muchas que abundaban ayer. El Plan que tenemos para hoy es este.

Salimos de Trento por la carretera que nos llevará hasta las orillas del Lago di Garda pero antes de llegar a el pasamos al lado de uno más pequeño, el Lago de Toblino.


Será un aperitivo antes de llegar al Lago verdaderamente importante.


Nos vamos cruzando con bastantes motos, no nos extraña porque con este día es difícil dejar la moto aparcada en casa. Carteles al borde de la carretera nos confirman que estamos en una carretera habitual para los moteros de la zona.


Una constante en todo el trayecto es la compañía de plantaciones de viñedos a ambos lados de la carretera.



Poco nos queda para ver la inmensidad de este Lago di Garda.


Cuando finalmente llegamos nos quedamos impresionados, verdaderamente es espectacular.



Cualquiera podría decir que en vez de un lago es una parte del mar que se adentra en tierra.


La carretera que lo bordea esta abierta a pico y pala en la montaña, los túneles son continuos.


En el agua podemos ver desde barcos, veleros, ferrys, gente practicando wind-surf y con el viento que sopla el agua se levanta haciendo olas.




Disfrutamos de la carretera despacio, sin prisa, recreándonos en los detalles, es una maravilla.


El único problema que encontramos es que todo el mundo quiere darse un paseo relajado por esta carretera y hoy como es sábado pues el atasco es predecible.


Vamos avanzando poco a poco entre la fila de coches parados que nos miran con odio y envidia.


Terminamos de recorrer el Lago y enfilamos autopista dirección Génova a buen ritmo para no perder el ferry que tenemos que coger por la tarde.

Volvemos a divertirnos como monos haciendo la bajada llena de curvas que tiene la autopista poco antes de llegar a Génova. Entre lo abrasivo del asfalto, el calor, lo cargados que íbamos y el giro de muñeca que le di a la Panan vimos aparecer pelotillas en los flancos de los neumáticos.

Nos ha sobrado tiempo, normal, la carbonilla que acumulamos recorriendo el Lago di Garda en "modo paseo" la hemos hecho desaparecer a base de enroscar el gas.

Llegamos hasta el puerto para encontrar un sitio donde comer.






Terminamos de comer y vamos a buscar nuestro ferry de vuelta a casa.


A las 18:00 tiene fijada la hora de salida pero como nos ocurrió en la ida, parece que se retrasará.


Paciencia y buen humor hasta que nos permitan subir al barco.


Entre tanta moto y tanto coche no nos falta entretenimiento para pasar el rato, no hace falta tener el último modelo de moto para preparar un viaje.



A estos no les falta ni la sombrilla para la playa.


Si en el maletero no cabe siempre quedará la baca como remedio.




-- ¡¡¡Trata de arrancarlo, trata de arrancarlo, por Dios!!!


El caso es que por fin nos dan la orden de embarcar a los motoristas y allá que vamos otra vez a las tripas de Moby Dick.



Nos quedamos en la bodega para ver cómo amarran la moto pero en esta ocasión nos obligan a marcharnos porque la compuerta de carga ya está subiendo y estamos a punto de zarpar.
Parece que les han entrado las prisas cuando solo llevamos una hora de retraso, el caso es que nos subimos a los camarotes con la "calentura mental" de no haber visto que la moto quedaba bien amarrada.

Nos despedimos de Génova hasta la próxima visita.


Y nos despedimos del día con esta bonita puesta de sol.


Por la noche hacemos todo el grupo una cena común en la zona de popa y terminada la cena nos quedamos de charla hasta tarde.


11-08-13.
Esta noche el barco en el que vamos se ha movido más que un garbanzo en la boca de un viejo. Annette se chutó unas biodraminas para aguantar el mareo, yo hice la mili en la Marina y estaba vacunado contra el mareo.

Desayunamos con la costa Catalana ya frente a nosotros.


Nos ponemos cómodos para ver el paisaje de la costa desde una perspectiva diferente.


De nuevo, avisan por megafonía para que los que desembarcamos en Barcelona, vayamos preparándonos y dejando los camarotes vacíos.

Bajamos a la bodega con la angustia de ver si hay algún desperfecto en la moto pero por suerte todo está bien.

Nos bajan la rampa de salida y desembarcamos como Conquistadores después de recorrer medio mundo.


Despedidas y foto de todos los que participamos en este maravilloso viaje.


Nosotros volvemos al mismo hotel que reservamos en la ida, guardamos la moto en el garaje y comemos por allí cerca. 

Una siesta que todo lo cura y estamos preparados para pasar la tarde en Barcelona gracias al bus que nos deja en Pza. España.


Esta vez subiremos todas estas escalinatas de Montjuic


Para contemplar estas vistas de Barcelona


Tenemos la suerte de poder entrar también al Estadio Olímpico


Nos pareció más pequeño de lo que pensábamos, por la tele parece más grande.


Como esta tarde se centra en subir a las alturas también subimos al mirador de la Pza. de Toros.


Tiene un ascensor panorámico en el que cobran 1 € por subir.


Los vecinos que nos encontramos en estas alturas no se lo montan nada mal.


Volvemos cansados de tanto volar por la Ciudad Condal, cenaremos cerca del hotel y mañana nos dirigiremos a "nuestro retiro espiritual".


12-08-13.
El plan de hoy es fácil. Último día en que madrugamos.



Autopista y recolecta de tickets hasta llegar a Oropesa del Mar, de allí a Castellón.


A las 9:30 estamos desayunando en el hotel al que siempre volvemos para pasar unos días de relax y haciendo el vago.


Siempre digo a Annette que termino más cansado en estos días de playa que durante los otros días en moto.


En total hasta la vuelta a casa fueron 4.520km, a una media de 5,8 l/100km. sin ningún problema en la moto.

Será un viaje inolvidable pero intentaremos superarlo, si podemos, aunque será difícil. 
Queremos saludar desde aquí a todo el grupo porque fuisteis geniales y el éxito de un viaje también depende de la gente que lo forma, también a Chema por llevarnos tan bien como lo hizo, seguro que volveremos a compartir rueda en alguna otra aventura.

Ya tenemos preparado el próximo viaje, es que no nos gusta estar mucho tiempo parados.

Un saludo y hasta pronto.