lunes, 17 de octubre de 2022

VIAJE POR PIRINEOS Y PUERTOS DEL TOUR

Tenemos pendiente los últimos días de vacaciones por este año y mirando el mapa y las previsiones de tiempo para los próximos días todo apunta a que nuestro destino va a ser el Pirineo.



Temperaturas propias del "veroño" nos calientan un poco la cabeza pensando en qué ropa llevar: chaqueta de cordura o chaqueta de verano, o ambas, guantes de invierno o verano, ropa cómoda o de abrigo???

Al final las maletas siempre van llenas, tanto si es para una semana como si es para quince días, cosas del "por si acaso".

No salimos pronto para que el sol caliente un poco el ambiente, autovía para empezar, control de velocidad y enfilamos la A-2 con muy poco tráfico al ser un día entre diario.


Primera parada en un área de descanso a mitad de camino entre Madrid-Zaragoza.


Desayuno para nosotros y llenar el depósito de la moto para seguir camino.


En otro tirón de kilómetros estamos en Zaragoza, como vamos con tiempo decidimos entrar en la capital maña que hace mucho que no visitamos el Pilar.


Mucha gente por la plaza, la fiesta es dentro de pocos días, la Basilica a punto de colgar el cartel de "aforo completo".



Hacemos la cola pertinente para llevarnos una Cinta de la Medida de la Virgen del Pilar y ponérsela a nuestra K para que nos acompañe en nuestros viajes.  


Otra parada planeada es el Castillo de Loarre, imponente en lo alto de la montaña lo domina todo a su alrededor.



Parece imposible construir sobre los riscos afilados que sujetan las murallas. 


Antes de dar un paseo por los alrededores reponemos fuerzas en un bar-restaurante que hay justo al lado del castillo. 


Bajamos desde el castillo y seguimos disfrutando de los paisajes que nos encontramos junto a la carretera


Los Mallos de Riglos, no habíamos estado tan cerca nunca.


Siempre los hemos visto desde la carretera que sube a Puente la Reina de Jaca


Este sitio se llama el Mirador de los Mallos de Riglos.


Ya nos queda poco para llegar al termino de nuestra ruta por hoy



Y finalmente llegamos a Jaca donde tenemos reservado hotel para pasar la noche nosotros y nuestra "K"


Se agradece un paseo por Jaca, ya hemos estado otras veces y volveremos en más ocasiones porque nos gusta mucho.




Y cada vez los ciervos que viven en el foso de la Ciudadela son más y más grandes.




Unas cervezas sentados en una terraza, disfrutando del final de la tarde, de la paz y la calma que se respira y de la temperatura tan agradable en pleno mes de octubre ponen el broche final a este primer día de ruta.


Después de dormir a pierna suelta nos levantamos con ganas de empezar, como dirían los comentaristas del ciclismo: "La etapa reina de esta vuelta motera".


Desayunando fuerte para no pillar "una pájara" en el camino.


Arrancamos con un poco de fresco en el ambiente, apenas 13ºC, pero en el cielo ni una nube y la previsión es de buen tiempo asi que enfilamos dirección Jaca-Biescas y a subir el Puerto del Portalet, frontera con Francia.


Nos recibe en la frontera este peñote dándonos la bienvenida al pais galo. Bajamos con muy poco tráfico a Laruns y subimos las primeras rampas del otro gran puerto de Tour de Francia, pero antes la parada obligada en el mirador del Restaurante que hay antes de llegar a la cima.


Hay restos de la última nevada en la cresta de las montañas.


El Col d´Aubisque finalmente nos recibe





Seguimos disfrutando de la ruta y vamos a por el siguiente puerto, siempre con cuidado porque en la carretera nos podemos encontrar cualquier cosa: boñigas de tamaño XXL en mitad de la calzada, túneles sin iluminar, semáforos que cortan circulación por obras en la carretera, caballos, vacas, ovejas, etc, etc, curiosamente siempre en nuestro mismo carril, sin intención de moverse ni un poco para dejar paso. 



Este tramo de carretera es de los más bonitos que nos encontramos, en la misma ladera de la montaña con un precipicio a nuestra izquierda mortal.


Cruzamos el Puerto de Soulor a 1474m y dejamos la moto bien vigilada de cerca por estos pitones.



Seguimos enlazando puertos, uno detrás de otro, esperábamos cruzarnos con más motos pero no es así, casi no hemos visto ninguna mientras que en otras ocasiones estas carreteras son un trasiego constante en todas las direcciones, de motos con matrículas de lo más variopinto. 

Lo que si continuamos viendo es la fauna animal a los pies de la carretera.


Y si tienen que parir en ese preciso momento pues no se cortan un pelo y lo hacen alli mismo.


Subimos al mítico Tourmalet y nos llevamos la sorpresa desagradable del día.


Están haciendo una obra descomunal para construir un nuevo edificio y tienen todo lleno de máquinas, agujeros, obreros trabajando, etc, etc.


Volveremos en otra ocasión para ver cómo ha quedado la obra, en ese momento no éramos muy bien recibidos allí 

Seguimos a buen ritmo y sin cansarnos de curvas, valles, subidas, bajadas, praderas verdes, montañas tapizadas de color verde, un paraiso para montar en moto. 

Siguiente cima en el Hourquete de Ancizan, un desvío muy recomendable en vez de subir el Aspin


Y ya antes de entrar otra vez en España no dejamos de visitar la Reserva Natural de los lagos de Neouvielle



La carretera que llega hasta aquí no es la mejor para una K1600, mejor una Adventure, pero los paisajes que podemos ir viendo y las curvas ratoneras que van subiéndonos hasta aquí merecen la visita.




Y terminamos el día de hoy en Ainsa, cansados de haber pasado 9 horas entre paisajes y carreteras estupendas sobre la K, pero a tiempo de ver este atardecer sentados en la terraza del hotel con unas cervezas en la mesa.


Un nuevo día esplendido para montar en moto y hoy nos espera una ruta más corta pero no menos interesante.


 Salimos a las 9:30 con el cuello de la chaqueta bien cerrado porque la temperatura todavía es fresquita, llenamos el depósito de nuestra K para no tener que preocuparnos el resto del día y enfilamos hacia una maravilla de la naturaleza que tenemos muy cerca. 


Carretera estrecha, encajonada en la montaña, afortunadamente ahora este primer tramo es de sentido único pero hace muchos años la conocimos de doble sentido y era una verdadera aventura si te cruzabas con algún vehiculo tipo furgoneta-autobus en alguna de sus curvas. 



Las fotos no hacen justicia para trasmitir la impresionante sensación de estar metido en este cañón de la montaña, que a veces te cubre por completo intentando comerte de un bocado.



 

Llegamos a este mirador, nos quitamos los cascos y las chaquetas y disfrutamos de las increibles vistas




Después de este rato de descanso, seguimos a otro lugar clásico y emblemático en esta zona del Pirineo


Llegamos hasta Torla en pleno Parque Natural de Ordesa-Monte Perdido. 


Este momento de terraceo, disfrutando del sol, en manga corta y con ese fondo quedará para nuestro recuerdo todo este largo invierno.


Nos hubieramos quedado allí horas y horas pero tenemos que ver más cosas y retomamos la carretera para subir el Puerto de Cotefablo, si le ponemos nota por trazado, estado del asfalto y vistas panorámicas le daríamos un 11 sobre 10.

Es tan bonito y divertido que lo hicimos a la ida y a la vuelta y no hay fotos por no parar y cortar el rollo.

Cuando termina la fiesta de curvas llegamos a Biescas y también hacemos una parada con paseo.





Y como el paseo nos dio hambre pues también nos quedamos a comer


Por la tarde subimos dirección Francia pero por la carretera paralela a la A-136, visitando pueblos que siempre hemos visto al otro lado de los embalses: Hoz de Jaca, Pueyo y sobre todo Lanuza que nos encantó.




Muy cuidada, todas las casas con ese estilo tradicional del Pirineo, poca gente, se respira paz.


Terminamos tomándonos un café en Sallent de Gállego para volver sobre nuestros pasos hasta el hotel y emplear lo que nos queda de tarde en pasear por Ainsa.







Nos llega nuestro último día de vacaciones en los Pirineos y para hoy tenemos pensado hacer otra incursión en territorio galo, subir un par de puertos y volver a España por el Eje Pirenaico de la N-260

Depósito lleno antes de empezar a sumar kilómetros y parada con semáforo rojo en el tunel de Bielsa antes de cruzar a Francia. 


El día nos acompaña y la temperatura es la justa para no pasar ni frio ni calor con las chaquetas de cordura y guantes de verano.

Bajamos hasta Saint Lary y empezamos a subir un puerto precioso Val Louron-Azet




La bajada también es igual de impresionante que las vistas, ahora mucho mejor que hace unos años, se nota el paso del Tour de Francia por aquí, asfalto nuevo, rugoso, liso, de esos que te da confianza.

Enlazamos la bajada con otra subida, ahora a uno de los míticos puertos que casi todos los años son visitados por la prueba ciclista, el Peyresourde 



Bajamos tranquilamente, disfrutando de las vistas, de los prados con vacas pastando placidamente, del viento en la cara y la temperatura excepcional, del cielo limpio sin una nube, de la música que sale por los altavoces de la K1600...y de la compañía, comentando por los auriculares todo lo que nos va saliendo al paso. 

Cruzamos la concurrida Bagneres de Luchon y bajamos marchas para subir con alegría el puerto que nos da paso otra vez a España.


En el puerto nos encontramos a una pareja de moteros valencianos que estaban pasando unos días de vacaciones por la zona, nos pusimos a charlar de motos-viajes y cuando quisimos darnos cuenta había pasado casi una hora de charleta. 


Hora de comer y tenemos a un paso Vielha, no hay más que hablar.



Después de la comida nos entra un poco de pereza, nos queda un buen montón de kilómetros hasta llegar a Ainsa. Menos mal que la N-260 tiene un trazado que no te aburre y además nos reserva el paso por el Congosto del Ventamillo que, aunque están haciendo una obra faraónica en la carretera, nos sigue dejando con la boca abierta al entrar en sus entrañas. 


Llegamos a buena hora , la recompensa es una copa, pero de cerveza fresquita, disfrutando el atardecer y preparando el corral de ovejitas que contaremos esta noche para coger el sueño con facilidad y descansar a pierna suelta. 



El día siguiente es de puro trámite, autovía-control de velocidad y dejar que pasen los kilómetros. Alguna parada obligada para repostar la moto mientras nosotros vaciamos depósitos. 



Ya pensando en el próximo viaje. Espero que os guste.