lunes, 20 de septiembre de 2021

TURISMO MANCHEGO Y SIBERIA EXTREMEÑA.

 Hola a todos. 

Un fin de semana por delante, y no un fin de semana cualquiera, es el ultimo fin de semana de este verano 2021. 

Buenas temperaturas y sin probabilidad de lluvia, ¿Qué más se puede pedir? 

Ana trabaja por la mañana y no salimos hasta después de comer, la ruta que nos espera no es muy larga y solo llevamos la bolsa del Top Case llena con útiles de aseo personal, ropa interior, unas sudaderas por si a primera hora hace un poco de fresco, cargadores de movil e intercomunicadores y el imprescindible secador de pelo.

A las 16:30 ya estamos en la carretera dirección sur.

Sin tráfico y a buen paso nos presentamos en Toledo en un suspiro


Llena de turistas, como no podía ser de otra forma con el día tan bueno que hace. La primera fila del Mirador está muy disputada.

Cambiamos de posición unos metros más allá y dejamos atrás las aglomeraciones.




Volvemos a ponernos los cascos para seguir nuestra ruta, cruzando la Mancha del Quijote en busca de venganza por su derrota contra los "Gigantes".

Situados ya en el Campo de Batalla, lo mires por donde lo mires...." no son gigantes, sino molinos"



Las vistas desde este alto de Consuegra son espectaculares y las disfrutamos un buen rato.


Nos queda ruta por delante y dejamos atrás la formación de "Desaforados Gigantes", para seguir nuestra aventura.


Con el viento soplando muy fuerte desde el costado derecho, recorremos los kilómetros que nos quedan hasta Ciudad Real eslorados a estribor, gastando más el lateral derecho de los neumáticos a pesar de ir mucho tiempo en linea recta.

Una parada intermedia para recuperar la verticalidad.


Llegamos a Ciudad Real por la Puerta de Toledo, de los pocos restos que quedan de lo que fue la muralla que rodeaba la ciudad.


El Garmin, que lo sabe casi todo, nos lleva directos a la puerta del hotel, dejamos aparcada la moto en una zona tranquila frente a la puerta, donde no molesta a los peatones. Subimos a la habitación, dejamos lo poco que llevamos, pasamos por el peine los pelos que han cogido forma de casco y bajamos a pasear por la ciudad.

Las figuras de Don Quijote y Sancho son un reclamo turístico muy repetido.



También visitamos la Catedral de Santa María del Prado, construida sobre una iglesia que había con anterioridad.



La imagen de la Virgen, que durante las horas en las que la Catedral está abierta se expone en el altar mayor, cuando cierra la Catedral, giran la imagen y se puede ver por una ventana que da al exterior de la Catedral, de esta forma está visible al público las 24 horas.


No podía faltar en nuestro paseo la visita a la Plaza Mayor y la Casa del Arco.


Formaba parte de la fachada del antiguo ayuntamiento, en el año 2005 se instaló un reloj carrillón que a las horas en punto inicia este espectáculo.


La fachada del Ayuntamiento fue construida en 1976 imitando la arquitectura de los Paises Bajos. 



Y frente a esta fachada está la imagen de Alfonso X, fundador de la ciudad.


La Iglesia de San Pedro está muy próxima a la Plaza Mayor


Y también tuvimos nuestro momento de "terraceo" en la misma plaza puesto que, si nos salíamos un poco de la zona, las calles se quedaban sin gente y los comercios cerrados. Está claro que la vida social gira alrededor de la plaza.

Un cartel nos llama la atención y no tenemos más remedio que presentar nuestra solicitud



Una cosa llevo a la otra y terminamos con el estómago lleno y la sed saciada.

Y tras un vistazo a la moto antes de entrar al hotel para comprobar que todo está ok, a descansar que mañana habrá más y mejor. 

El descanso también abre las ganas de comer y la primera visita que hacemos es al buffet del desayuno.

No hay mejor forma de empezar el día antes de arrancar la moto.


Antes de las 10:00 estamos saliendo de Ciudad Real, fresquito en la cara, el termómetro marca 20ºC. Menos mal que hemos traído las sudaderas, si no hubiera sido así, ahora mismo el aire estaría atravesándome la piel por los agujeritos de mi chaqueta de verano. Ana va con la chaqueta de invierno, para ella el verano meteorológico ya hace tiempo que pasó.

Sumamos kilómetros por la N-420 dirección a Almaden. Carretera sencilla, buen asfalto, curvas suaves y fáciles, campos llenos de encinas y fincas dedicadas a la caza, un continuo subir y bajar que nos entretiene en estos poco más de 100km.

Como curiosidad tenemos que decir que en este tramo no nos encontramos a ningún vehículo en nuestro sentido, ni siquiera ciclistas de los que salen habitualmente los domingos a las carreteras. Parecía que nos habían cortado la carretera para nosotros. 


Vamos a visitar "por fuera" el Parque Minero de Almaden. Y digo por fuera ya que merece una visita exclusiva y mirando por internet la visita dura algo más de dos horas. Merece la pena hacerla pero será en otra ocasión.

En la entrada hay una capilla a modo de altar donde se guarda la Virgen de la Mina, patrona de Almaden




Curioso el detalle del candil que utilizan los mineros, en lo alto de la capilla.

Las instalaciones de la mina solo las podemos ver de lejos a falta de una visita más en condiciones.

Otra parada es en el Monumento al Minero, una típica escena del trabajo de muchos habitantes de la zona durante los años en que funcionó la mina.


Junto al monumento se encuentra otro edificio singular: La Plaza de Toros


La curiosidad de la Plaza radica en que se construyeron 25 viviendas para ser alquiladas por los temporeros que trabajaban en la mina, evitando de esta manera dos cosas: el hacinamiento en las casas de los habitantes del pueblo, y el contagio de enfermedades. Con el alquiler se ayudo a la construcción del Hospital de Mineros.


Estas viviendas forman un hexágono, y en el interior se celebraban festejos taurinos y reuniones de vecinos de Almadén para otras celebraciones.

Antes de dejar Almaden pasamos por delante de la Parroquia de Santa Maria de la Estrella. Que pasó de ser una pequeña ermita a una gran iglesia gracias a las limosnas de los mineros,

Lleno el depósito en la Cepsa que hay en la calle principal y me olvido de la gasolina para el resto de la ruta. 

Entramos en Extremadura, en lo que se llama "La Siberia extremeña", todo viene por la similitud entre las dos regiones respecto a la lejanía entre los pueblos, las pocas infraestructuras que había hasta que se empezaron a construir carreteras, vías ferroviarias y los pantanos que existen hoy en día.  

El estado de los pantanos es dramático, El Embalse de la Serena, por ejemplo, solo se identifica por el cartel, el agua ha desaparecido y se puede cruzar de lado a lado sin necesidad de puente.


Al menos las carreteras que los bordean son de lo más ratoneras y divertidas, buen asfalto y seguimos como a primera hora de la mañana, ni un solo coche, ni delante ni en contra. Solos por la carretera, por un lado da tranquilidad pero por otra parte da un poco de inseguridad en caso de necesitar ayuda.

Un castillo en lo alto del pueblo de Capilla domina los alrededores. 


Primer plano del castillo enrocado

Los kilómetros pasan volando cuando circulamos por carreteras bonitas y retorcidas a más no poder. 

La temperatura ha subido bastante, las sudaderas hace tiempo que las guardamos en las maletas y no volverán a salir de allí. El termómetro, clavado en los 30ºC pero se llevan muy bien, no se si por la cercanía a los embalses o por el viento que todavía sopla, aunque más suave que ayer.

Llega la hora de hacer una parada más larga y reponer fuerzas, coincide con que estamos llegando a Herrera del Duque y como es un pueblo importante en la zona, seguro que hay más de un sitio bueno para tomar algo fresco y llenar la panza.


Subimos por una calle céntrica y como parece que las motos llaman a más motos, nos paramos en un bar muy concurrido con terraza exterior y motos aparcadas en la acera.


Un acierto, porque estuvimos estupendamente y nos pusimos hasta las trancas por muy poca pasta.


En otro momento del verano salir con la moto a las 15:00 de la tarde y recién terminados de comer, sería una auténtica locura pero hoy no era el caso porque la temperatura se aguantaba perfectamente e incluso nos apetecía volver a coger la moto.

Unos 200km nos separan todavía de casa, pero la mitad de ellos serán por la N-502 y eso es sinónimo de diversión y placer de trazar curvas por una de la carreteras Nacionales más entretenida que existe, de hecho, no hay mejor manera de ir entre Avila y Cordoba, en moto, que por esta carretera.

Los efectos de la sequía se hacen notar sacando a la superficie puentes antiguos que deberían estar cubiertos de agua.


Dejamos la zona de los embalses, pantanos y Presas en el Cíjara, 

Un perfecto mirador con vistas a uno y otro lado del muro de hormigón



El conocido puente sobre el Tajo que se ve a muchos kilómetros de distancia, pone punto y seguido a la ruta de este fin de semana.


Nos queda un poco de autovía, atasco de domingo-regreso de fin de semana, y prueba de equilibrio con la BMW entre una interminable fila de coches parados.

Todo a salido bien, impacientes ya de que pasen un par de semanas para salir con las maletas llenas a recorrer nuevas rutas. 

Hasta pronto.