miércoles, 6 de noviembre de 2013

RUTA POR LA SIERRA NORTE DE GUADALAJARA Y VOLVEMOS POR SEGOVIA

La ruta de hoy fue saliendo sobre la marcha, no estaba planeada con anterioridad y en cada parada que hacíamos pensábamos cual sería nuestro siguiente destino.

El día acompaña aunque no sobra llevar puesta ropa de abrigo, los días de calor agobiante ya pasaron.

Nuestra primera parada es en el mirador que hay sobre el Embalse del Atazar.


Es el embalse más grande que tenemos en la Comunidad, la zona también es conocida como el Mar de Madrid, ahora está bastante lleno y eso es buena señal porque hemos pasado el verano y pronto volverán  las lluvias y las nevadas.


Seguimos nuestra ruta siempre hacia el norte para adentrarnos en una zona poco frecuentada por nosotros


Esta zona la tenemos un poco olvidada en nuestras salidas moteras pese a que las carreteras son tan ratoneras y divertidas como las habituales.


Con el aliciente además, de que están mucho menos concurridas de tráfico y  la mayor parte del tiempo circulamos solos por la carretera.


Disfrutamos sintiendo el aire en la cara y contemplando los paisajes rocosos que tenemos alrededor.


La única compañía que encontramos en nuestro camino fueron varios rebaños de vacas en mitad de la carretera que fuimos sorteando como si de unos San Fermines improvisados se tratasen.


También hubo "momentos de tensión" cuando algún Miura miraba demasiado desafiante nuestra llegada y no se le veían intenciones de cedernos el paso.


Entre faena y faena llegamos a un pueblo solitario tras muchos kilómetros de carretera de montaña, estamos en Galve de Sorbe y hacemos un alto en el camino para templar los nervios.


Nos pedimos un almuerzo a base de torreznos que nos dejaron listos para enfrentarnos a cualquier situación que se nos presentara en la carretera. .


Con fuerzas renovadas nos despedimos de Galve de Sorbe y su antiguo Castillo.


Para encontrarnos con treinta o más desaforados gigantes.
¿Qué gigantes? -dijo Annette
Aquellos que allí ves. -dije yo.
Mire mi fiel Caballero, que lo que allí ve no son gigantes sino molinos de viento, y lo que parecen brazos son aspas que el viento hace girar.
Y gracias a que ella tiene mejor vista que yo, el encuentro no terminó en un accidente contra el mastil de alguno de los molinos.


Poco más adelante nos espera el conocido y turístico pueblo de Ayllón.


Dejamos la moto aparcada en la Plaza Mayor y damos un paseo por sus calles que nos trasladan a la época medieval.


Después del paseo entramos a comer en un acogedor restaurante en la misma Plaza Mayor, se llama el Patio, desde fuera no imaginábamos lo que guarda en su interior, comimos muy bien y repetiremos cuando volvamos de visita por allí.

Tenemos todavía mucha ruta por delante así que dejamos atrás lo que en el pasado fue la muralla de Ayllón


Y continuamos por la N-110 para entrar en Riaza, otra villa medieval muy famosa y visitada.


La Plaza Mayor es parada obligada, los soportales que la rodean son típicos y muy bonitos


Ahora parece sola y abandonada pero se transforma en bulliciosa y alegre al convertirse en plaza de toros cuando llegan las fiestas del pueblo.

No paramos mucho tiempo y seguimos nuestro camino hacia el oeste para llegar a otro pueblo conocidísimo por ser la capital mundial del cordero asado: Sepúlveda.


En otros tiempos fue ciudad amurallada y todos sus rincones guardan historias que contar.


No son horas de comernos un cordero pero un "relaxing coffee in the Plaza Mayor" no lo perdonamos.


Y no vamos a dejar Sepúlveda sin antes pasar por Las Hoces del río Duratón.


Este lugar, declarado Parque Natural en 1989, está excavado por el río durante siglos en la roca caliza .


Pasamos un buen rato contemplando el paisaje desde este balcón natural.


Ya estamos regresando a casa porque en esta época del año las horas de luz se hacen cortas pero nos quedan todavía varias paradas intermedias que hacer.

 Paramos un momento en la ciudad de Pedraza.


Esta vez hicimos la "visita del médico", entrar y salir por la única puerta que tiene la ciudad amurallada


Estuvimos en otra ocasión y la conocimos al detalle: http://uet-annette.blogspot.com.es/2011/09/moteros-y-mazmorras.html

Y ya que estamos cerca, decidimos también dar un paseo por Segovia para ponernos a los pies de su imponente Alcazar.


Y ¿como no?, hacernos la foto junto al símbolo característico de la ciudad.


Como veis en la foto, el día está llegando a su fin, subimos las 7 revueltas del Puerto de Navacerrada y por cada revuelta que hacíamos la temperatura bajaba un grado. Cuando llegamos a la cima, el termómetro de Venta Arias coincidía con el de la moto en que 6ºC son muy pocos grados para entretenerse mucho tiempo en mirar el paisaje.


Menos mal que mientras bajábamos hacia Madrid el termómetro volvió a subir igual de rápido que había bajado y el frío quedó en el recuerdo.

Pues así pasamos un día estupendo en moto, sin preparar nada y con la única condición de pasarlo bien.
Doy fe que lo cumplimos.

Hasta la próxima.


4 comentarios:

  1. Buena ruta y bonitos paisajes, espero hacer parte de ella el sábado próximo, pero será un poco al revés, desde Pucela hacia Guadalajara y vuelta :)
    Y como siempre, buena cronica.

    Un saludo.
    Ageloco.

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  2. Seguro que disfrutarás mucho de la ruta.
    Muchas gracias Angel.
    Saludos.

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  3. ¡que pasada de ruta!
    A la vez que iba leyendo, iba pensando, pues esto está cerca de....y zas, el próximo destino. Y además te ha dado tiempo en estas fechas.
    Un placer.

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  4. Un bonito paseo pero este fin de semana se ha cubierto de nieve gran parte de la ruta.
    De todas formas ahi la tienes pendiente para cuando mejore el tiempo.
    Un saludo.

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