RUTA DEL CEREZO EN FLOR

Ayer miré la página oficial de Turismo del Valle del Jerte: www.turismovalledeljerte.com/cerezo-en-flor, tenía ganas de preparar una ruta recorriendo carreteras de curvas y disfrutando del paisaje con todo el día a mi disposición para ir con calma y sin prisas.

Con las temperaturas que están haciendo estas últimas semanas, la primavera se ha adelantado y el espectáculo de la floración del cerezo, en el Valle del Jerte, merece otra visita.

No sé que puede haber pasado, pero a la salida del pueblo de San Rafael hay un patrulla de la Guardia Civil cortando la carretera y desviando el tráfico, así que me voy por la carretera de El Espinar pasando por el Embalse del Voltoya.

Llego en un suspiro a Avila y voy al mirador más conocido de la ciudad para sacar la típica foto.

Se nota que estamos a viernes porque seguro que el fin de semana no hubiera pillado "Los Cuatro Postes" sin turistas.

Las curvas del Puerto de Villatoro rompen las largas rectas que hay al salir de Avila.

Llego a otro pueblo con mucha historia, el Barco de Avila, hago una parada junto al río Tormes y el Puente Romano que lo cruza.

Dominando el entorno se alza el Castillo de Valdecorneja .

Y entre el Castillo y el río Tormes, al fondo, la sierra de Gredos aun con nieve en las cumbres más altas. 

El Puerto de Tornavacas hace de límite provincial entre Avila y Cáceres, en el sentido en el que voy son apenas tres curvas de amplio radio.... pero a partir de aquí me meto de lleno en el Valle del Jerte y la carretera se vuelve más enrevesada.

Hay un balcón natural con unas vistas increíbles del valle, así que me pongo cómodo y me tomo un refresco antes de comenzar la bajada.

Como ya advertía la página oficial de Turismo del Valle, la floración es más abundante en la zona baja del valle, donde hace más calor, y recorriendo los pueblos de Valdastillas-Pîornal-Cabrero-Rebollar y el Torno me encuentro paisajes así de bonitos.

Las laderas de la montaña están cubiertas de una manto blanco de flores que hace imposible pasar por allí sin parar y hacer mil fotos.

Y con muchos kilómetros de carreteras divertidas en el trasero, y la memoria fotográfica de mi cabeza llena de imágenes para el recuerdo, vuelvo a casa hasta la próxima ruta.

Saludos.