viernes, 12 de agosto de 2011

PERDIDO EN LA SIERRA DE LA DEMANDA

Estoy disfrutando de los últimos días de vacaciones antes de incorporarme otra vez al trabajo y se me presenta un día por delante un poco aburrido a priori.

Mi chica ya hace unos días que volvió a la rutina del trabajo así que no la veré hasta la hora de cenar, la temperatura aunque estamos a últimos de Julio, no acompañan y la opción de pasar el día en la piscina tampoco me seduce mucho.

Tengo la mirada perdida en el mueble de la biblioteca pensando qué hacer y de repente fijo la vista en un libro de Rutas en Moto al que no hago caso hace mucho tiempo.

Paso las hojas ávidamente tratando de encontrar una ruta posible para hacer en un día y... Voilà (francés), la encontré, un poco ambiciosa para hacerse en un día pero no tengo prisa, no me espera nadie y mis ganas de montar en moto son inagotables.

Destino elegido: La desconocida Sierra de la Demanda.

En menos que canta un gallo recorro el tramo de autovía que me une a Guadalajara y enseguida salgo en el desvio que indica Jadraque, no sin antes llenar el depósito hasta arriba por lo que me pueda encontrar más adelante.

Estoy en el CM-1003, carretera de nuevo trazado que en algunos tramos deja ver lo que fue la antigua carretera, bien asfaltada para circular con comodidad y con fluidez.

Me encanta encontrarme con estos indicadores antiguos, muchas veces escondidos, que nos hacen viajar un poco al pasado.


Sigo mi camino, disfrutando de un cielo casi despejado pero sin calor, temía haberme equivocado en la equipación al elegir la chaqueta de invierno (sin forro) antes que la chaqueta ventilada de verano pero veo que no me equivoqué.
Me encuentro con este balcón natural de estupendas vistas.



Tenemos la sierra de Madrid al fondo esperándonos



Primera fortaleza de las muchas que veré durante el viaje: Jadraque. El denominado Castillo del Cid (s.XV) estrategicamente situado dominando el valle del Henares



Dejo Jadraque y sigo perdiéndome por estas carreteras Alcarreñas para encontrar lugares curiosos y un tanto en desaparición como este.



En este momento las barreras están levantadas pero en el momento de cruzar no puedo evitar lanzar una mirada furtiva a ambos lados de la vía "por si acaso".

Al fin cruzo con más miedo que vergüenza las vías del tren y sigo disfrutando de la carretera, muy entretenida motoristicamente hablando, las rectas no son muy largas y las curvas no son complicadas pero si abundantes.

A lo lejos empiezo a adivinar la llegada al siguiente pueblo importante en la ruta, se trata de Atienza, declarado Monumento Histórico Artístico Nacional en 1962.

Y digo "a lo lejos" porque con bastantes kilómetros de antelación, los moradores del Castillo emplazado en lo alto de un gran cerro, también han observado  mi llegada.



Atienza fue una sufrida villa durante la Reconquista estratégicamente situada entre los reinos castellano y musulmán, también fue visitada por el Cid en el camino de su destierro.

A pesar del cielo despejado y el sol luciendo, noto un fresco en la cara propio de meses más frescos, no en vano el altímetro de mi reloj dice que estamos a 1.170m. de altura pero yo no recuerdo haber subido ningún puerto desde que salí de casa.

Poco después de pasar Atienza giro a la derecha dirección Alpedroches CM-1005, carretera solitaria y bacheada sin otra particularidad, que termina en una pequeña subida a modo de puerto antes de entrar en la provincia de Soria momento en que la anchura y asfaltado cambian radicalmente volviéndose perfectos.

Mientras disfruto conduciendo por esta magnífica SO-160 vuelvo a ser descubierto desde lejos a manos de otro castillo, se trata de la Fortaleza Califal de Gormaz, a los pies del rio Duero.



Fortaleza más grande de Europa en su clase, está sobre un cerro y tiene forma alargada, fue objetivo de muchos ataques de los ejércitos musulmanes y cristianos en el siglo X, cambiando de manos varias veces.
Por su privilegiada posición permitía controlar una de las rutas de acceso hacia el norte y el rio Duero.

El siguiente pueblo es Burgo de Osma, declarado Conjunto Histórico desde 1993.
Sin entrar a descubrir la ciudad, lo dejaré como excusa para otra visita futura, podemos ver la torre de la Catedral de Santa Maria de la Asunción y la muralla de la época medieval.



Desde Burgo giro a la izquierda dirección Ucero, largas rectas con el rio del mismo nombre a mi izquierda, me llevan a esta población que forma la puerta natural de acceso al Cañón del Rio Lobos.

Como no podía ser de otra forma, esta población también es protegida por su propio castillo medieval del s.XII.



Me adentro en el Cañón, formado por la antigua erosión del rio Lobos y declarado Parque Natural.



En el cruce con el nacimiento del rio Lobos sale a la izquierda una carretera que no tiene salida pero merece la pena llegar hasta su fin.



Para poder ver estos farallones de piedra.



Que son refugio de varios tipos de águilas y buitres, aunque en ese momento debían estar haciendo mejores cosas que volar sobre mi cabeza pues no ví ningún ave rapaz sobrevolando sobre mi (eso también es buena señal).

Vuelvo sobre mis pasos y sigo dirección San Leonardo de Yagüe subiendo una serpenteante carretera con estas vistas.



Llego hasta el mirador de la Galiana donde dejo la moto aparcada unos instantes para ver con tranquilidad estos paisajes.





Soy el único turista en ese momento y disfruto de la paz y las vistas durante un buen rato antes de que la RT me vuelva a llamar para seguir camino.

De San Leonardo a Hontoria del Pinar por la N-234 sin problemas, pero en Hontoria no encuentro el cruce hacia Vilvestre del Pinar y el GPS me echa una mano para seguir la dirección correcta.

¿Qué decir de este tramo?, pues que me divertí como un enano: buen asfalto, ratonero, con alguna curva algo más difícil que el resto, siempre cubierta de un frondoso pinar.

Hice un paréntesis en el disfrute de la conducción para sacar una foto en un tramo recto pues en las curvas no quería parar y cortar el ritmo, ya sabéis.



Cuando llego a Vilvestre el panorama se despeja bastante.



De Vilvestre sigo hacia Quintanar de la Sierra con objetivo de acercarme a las Lagunas de Neila, pero se ha eliminado el acceso motorizado asi que lo dejaremos para una excursión pedestre.



Continuo por estas carreteras de montaña sin bajar la guardia pues de repente me encuentro estas amigas ocupando la calzada y escondidas bajo la sombra.



La carretera se ha vuelto áspera, irregular, incómoda, tengo que buscar el "carril" menos malo para que los plásticos de la RT no se retuerzan con los botes que voy dando.

Aun así voy contento pues es de los días que no hace falta mirar el reloj, ni te importa los más mínimo los kilómetros que llevas recorridos, ni siquiera los kilómetros que te faltan para llegar, ojala hubiera más días como estos en el año.

Está claro que estoy lindando con la siguiente Comunidad hacia el norte.



Estoy ya en plena Sierra de la Demanda con un tapiz de vegetación cubriendo toda la montaña.



Corono el Puerto del Manquillo que no es manco de subir.



Ni tampoco son mancas las vistas que tiene en su descenso



Lo que si ocurre en estas carreteras es que no te cruzas con nadie y la sensación de "explorador descubriendo nuevos territorios" me acompaña en el camino, tambien se me pasa por la cabeza que no sería el mejor momento y lugar para tener un problema con la moto aunque confio en ella totalmente.

Vuelvo a la civilización en Pineda de la Sierra, precioso pueblo.



Y vuelvo a hacer breves paradas para contemplar los paisajes poco conocidos de esta zona entre Burgos y la Rioja.



Bordeo el embalse del Arlanzón que este año tiene bastante agua pues no se ve limite superior al que llega el agua en este momento.



Me oriento un momento y veo lo que llevo recorrido hasta ahora.



Vuelvo a circular por carreteras "en condiciones" y sigo admirando los paisajes que se presentan ante mi.





La carretera BU-813 me deja en Pradoluengo con su bonita Plaza Mayor y su templete en el centro de la plaza.



Desde Pradoluengo elijo la BU-811 y cuando veáis la foto que hice, vais a entender el tipo de carretera que es y la calificación que le daría alguien a quien le gusta montar en moto:


Yo la puntúo con un 10 sobre 10 aunque se me hizo corta.

Paisaje de postal antes de llegar a la cima.



El Alto de Pradilla hace de límite provincial



La bajada hacia Ezcaray tampoco tiene lugar para el aburrimiento tanto si hablamos de conducción como si se trata de sus paisajes.





Encuentro Ezcaray bastante bulliciosa, mucha gente en las calles, pensé que su temporada fuerte es en invierno pues la estación de esquí tiene mucha fama pero está claro que en verano también hay movimiento de turistas.

Paso delante de la Iglesia de Santa Maria la Mayor (s. XV)



Aprovecho para repostar y mirar la hora, son las 19:15. Mi GPS me advierte que hasta casa quedan 330km. Es momento para no ir más lejos ¡creo yo!.

El regreso lo hago por Burgos y luego la autovía que en este caso es de todo menos aburrida.

En pleno mes de Julio tienen montadas obras en la calzada haciendo que la autovía se quede en carretera de un carril por sentido en innumerables tramos.

Como es un jueves, los camiones circulan libremente y hacen que durante estos tramos de obras la circulación se ralentice exageradamente.

El recorrido que debía ser el más rápido se eterniza y veo que mi chica va a salir del trabajo y no me va a dar tiempo a llegar, no pasa nada... llamo por teléfono avisando.

Mierda, el movil se ha quedado sin batería, tendría que haber previsto este punto pero el viaje salió de repente y no calculé este detalle.

Menos mal que en las gasolineras todavía tienen teléfonos públicos, creo que el cajón de monedas no se llenará pero a mi me sacó de un apuro.

LLegué a casa con 750km en el culo pero muy contento de haber pasado un día esplendido de castillo en castillo y de paisaje en paisaje a cual más bonito.

Ya estoy pensando en el siguiente viaje, que vicio tengo.

Un saludo. 

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