jueves, 12 de enero de 2012

PINGÜINOS EXPRESS 2012.

Hoy he vuelto a coger la moto para darme un paseito hasta Puente Duero, provincia de Valladolid, donde se celebra como todos los años por estas fechas la Concentración de Pingüinos.

Lo hago hoy porque los deberes laborales no me dejan hacerlo el fin de semana que es cuando hay más gente, pero por lo menos hoy me doy el paseo, hago unas cuantas fotos y veo el ambiente que se prepara para el fin de semana. También es más cómodo, porque no hay esa masificación y esos atascos que seguro habrá el fin de semana.

No tengo prisa, no madrugo, espero a que la temperatura suba porque el "hombre del tiempo" lleva anunciando heladas en la meseta norte durante toda la semana y las imágenes que salen en los informativos de los alrededores de Valladolid siempre están difuminadas por una niebla persistente.

Pasadas de largo las 11 de la mañana voy preparando lo que me pondré para el paseo. Saco de los armarios "el equipo titular" en cuanto a prendas térmicas y de abrigo se refiere, la ocasión no merece menos. Estoy seguro que me meteré en la niebla y la temperatura no será muy elevada antes de llegar al destino.

Enfilo la A-6 y a la altura del kilómetro 15 siempre miro un reloj-termómetro que hay al lado de la carretera, seguidamente miró el reloj de la moto y compruebo que están sincronizados: 11:50 de la mañana y 8ºC de temperatura.

El sol me acompaña todo este primer tramo del viaje, me desvío para seguir por la Nacional y evitar la Autopista,  subo el Pto. del León a buen ritmo porque no hay apenas tráfico.

Parada obligada para ver el paisaje y de paso también voy viendo algún grupo de motos que llevan el mismo camino que yo.

Cuando vuelvo a arrancar veo que la temperatura ha bajado a 5ºC pero o bien el sol me engaña o voy bien abrigado, no tengo frío. Bajo el Puerto sin mayor problema y sigo por la Nacional haciendo kilómetros.

Me desvío por la N-601 dirección Valladolid, largas rectas entre tierras de pinares, la temperatura y el sol se mantienen agradables pero al fondo se observan cambios.


La masa nubosa que se ve al fondo no es contaminación, como pudiera parecer, se trata de la niebla que me está esperando con los brazos abiertos.

Nada mas cruzar la linea divisoria entre la niebla y la zona despejada me encuentro con esto.

Otra de las consecuencias después de entrar en la zona de niebla es que el termómetro empieza a bajar en picado y se queda congelado en 0ºC.

Hay tramos en los que la niebla es más espesa pero en general se puede circular con 150 metros de visibilidad por delante de mi.

Con estos fríos y en estas tierras plagadas de ríos, afluentes del Duero, tengo que parar para inmortalizar este fenómeno meteorológico tan curioso y bonito, se trata de la cencellada blanca.



Parece como si de repente a las plantas, a los arboles y a todo lo que dejo a mi paso, le hubiera salido un ataque furibundo de caspa, dejándolo todo blanco y petrificado.

Sigo por la Nacional y voy viendo grupos de motos paradas en Olmedo y Mojados, los pilotos parece que se han puesto de acuerdo para hacer los mismos gestos, golpean fuerte sus pies contra el suelo y habren y cierran los dedos de las manos insistentemente.

Otro motero que lleva una deportiva, y yo, nos acoplamos detrás de un camión cisterna que nos va abriendo paso entre la niebla, nos lleva a unos cómodos 90-100km/h. Hace poco leí, que si la temperatura ambiente está en 0ºC (como es el caso) y circulando a 100km/h (que también es el caso), la sensación térmica equivale a una temperatura de -10ºC. Si eso es verdad, yo voy bien equipado porque no noto el frío en mi cuerpo.

Por fin llego a Puente Duero, después de poco más de 200km desde casa. En resumen han sido 140km de conducción con el día despejado y 60km de conducción con niebla y frío, no está mal el porcentaje.


La Concentración ahorra dinero en el cartel de la entrada cambiando solo el ultimo dígito del año en curso.

Pensé que habría menos gente, pero si que hay movimiento en la entrada para inscribirse e ir entrando en el recinto de la acampada.

Lo que más me gusta de esta Concentración es la cantidad de motos de todo tipo y gente de diferentes lugares que son capaces de hacer frente al frío y a las incomodidades para venir a pasar un fin de semana aquí.



                                                                 El escenario principal

                                                      El cerdo que no para de dar vueltas

En la zona de bares, este es el mejor momento para pedir lo que quiera, sin muchedumbre, sin empujones, con todo el sitio del mundo para sentarme.

Aquí se puede ver desde la ultima novedad del mercado hasta la moto más antigua.

Los que van a pasar todo el fin de semana tienen que hacer acopio de leña para aguantar lo mejor posible los fríos recios que se esperan estos días.

Y algunas hogueras ya están a pleno rendimiento.

Moteros cuyas matriculas demuestran que han hecho una buena cantidad de kilómetros hasta llegar aquí.

Gente buscando a sus amistades o un buen sitio donde plantar la tienda.


 Literalmente traen la casa a cuestas como si fueran caracoles sobre ruedas.
Hasta preparados con parrilla para los choricitos y la panceta.
Otros traen compañias especiales para pasar la noche calentito.

 Hay carpas a las que dan ganas hacer una visita de cortesía.
Y la cantidad de gente curiosa y motos raras no termina porque cuando giro la cabeza veo siempre algo que me llama la atención.


Esta Paneuropean es de un catalán que salio ayer de casa y hoy ha dormido en Burgos, me acerqué a verle los "extras" que le ha puesto a su carenado para ir mas protegido del frío.
Viajeros incansables que adornan sus maletas con recuerdos de los sitios por donde han pasado (yo también lo hago).

No queda ni un hueco libre para llevar todo lo necesario
Y aunque estamos en Valladolid, una buena manta zamorana para las noches heladas se hace imprescindible.

Y la visita no me da para más, entre fotos, paseos y charlas se me ha quitado el poco frío que tenía, me tengo que despedir aunque no quiera, no sin antes hacer una visita a Puente Duero que aparte de ser conocido por ser la sede de la Concentración de Pingüinos, también es lugar de paso en el Camino de Santiago y además tiene un hermoso puente romano sobre el Duero.
El regreso lo hago de la misma forma que hice la ida, cruzándome con muchos grupos de motos que van astutamente a coger sitio antes de que llegue el grueso de asistentes mañana y sobre todo pasado.

Dentro de una semana si el tiempo lo permite volveré, esta vez acompañado, por estas tierras, concretamente a Tordesillas, hasta entonces.

Un saludo.

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